(Viene de acá)
El otro día le preguntaban algo parecido a Rosendo Fraga (la pregunta específica era: "¿Kirchner puede recuperar su imagen si crece la economía?") y la respuesta fue que no es tan probable, porque Kirchner perdió las elecciones estando la economía relativamente bien, y que su primera derrota grande y derrumbe en la opinión pública (la 125) fue cuando todavía tenía mucha caja para repartir.
Creo que si bien hay muchos que como bien decís encontraron en Kirchner la manera de dar rienda suelta a su resentimiento y ganas de venganza (caso Jorge Rivas que dijo que lo que más lo entusiasmaba de los Kirchner eran "sus enemigos"), lo del asco que se les tiene por las formas corre por un carril separado e independiente de la economía o de la caja.
Lo que hay ahora no es falta de voces pagas; con tanto 6-7-8, Fútbol para Todos, Canal 7, Canal 9, Página/12 y El Argentino hay más medios hiperoficialistas que antes. Tampoco falta repartija de dinero ahora que Aerolíneas es De Todos y que el fóbal es gratis. Está bien que rasguñan hasta donde no tienen para mantener la caja, pero convengamos que el gasto en compra y leasing de voluntades nunca fue tan alto como ahora.
Lo que hay ahora, lo que se respira acá, es hartazgo. Son siete años y arbitrariedades (y discursitos diarios de Ella) cada vez mayores. Ya nadie te dice por acá que es kirchnerista sin empezar a excusarse, a menos que labure en 6-7-8 o sea un ciberK.
En su momento recuerdo que se decía que el matonismo de Kirchner era explicable por la debilidad de origen (22% y sin segunda vuelta en 2003) y que caía bien en la opinión pública porque se lo contrastaba con la impotencia de De la Rúa, y porque había una situación de emergencia (así se la percibía) que justificaba tal actitud.
Creo yo que tanto lo del párrafo anterior como lo que pasa hoy con las formas es la expresión de una tendencia en la sociedad argenta al hartazgo acumulativo hacia un rasgo distintivo del gobierno corriente y su transformación en un rasgo que se le desea y reclama a sus futuros sucesores.
A Alfonsín se le pidió legalidad a partir de la arbitrariedad militar. Menem vino a cococho de un reclamo de eficiencia tras la incompetencia de Alfonsín. De la Rúa subió por el anhelo de honestidad después del desparpajo menemista. Y Kirchner se volvió Gardel jugando al compadrito patotero luego de la falta total de autoridad de Chupete.
Y mucho me temo que lo que se le pida al siguiente gobierno sea, para completar el círculo, lo mismo que se le pedía a quien viniera después de Bignone: apego por las formas y la legalidad. Y por las mismas razones: porque el que está ahora se defeca en cuanta Constitución, código, ley o reglamento exista y porque gobierna sin estar debidamente autorizado para ello.
Poné de fondo "Circle of Life" de Elton John, creo que sería apropiado.
Mayor Payne
Al que venga se le va a pedir lo mismo que los anteriores, lo imposible.
ReplyDeleteQue los precios y las tarifas no suban, que no hayan despidos, que la carne siga siendo barata y abundante, que las industrias horriblemente ineficientes puedan seguir funcionando recontraprotegidas, que se arregle el problema de la seguridad pero sin grandes penas, que las provincias siempre sean lo mismo, que nadie pierda su puesto en el estado y, a la vez, que todo funcione bien.
Kirchner hizo lo que pudo para sostener ese circo imposible y la gente se aburrió de a quien ven ahora como un monigote, que pase el próximo monigote populista, quizás esta vez con disfraz de republicano y serio.
El desarrollo con siesta, todos los beneficios y ninguno de los costos, ingresos canadienses con productividad boliviana.
ReplyDeleteLo expuesto aquí por Mayor Payne me parce un excelente análisis político
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