Insisto, en Argentina se siguen debatiendo las cuestiones más disparatadas como si se tratara de lo más normal y racional del mundo. Uno supondría que por lo menos a la corporación política estas cosas le hubieran quedado claras:
Sostener que esa institución se había convertido en un altar sagrado durante los 90 implica desconocer que luego de haber destruido cuatro signos monetarios entre 1935 y 1991 y de haber generado inflación, inflaciones de tres dígitos anuales e hiperinflación, era inevitable que el BCRA terminara en una especie de caja de conversión. ¿Por qué? Porque la gente no confiaba en los billetes que emitía dicha institución. Es más, conservo en mi poder (tal vez algún lector también) los billetes de 1.000.000 de australes que servían para comprar un chupetín. De manera que no fue el gobierno de Menem el que decidió transformar el Central en una especie de Caja de Conversión sino que fue la gente la que dijo que los papeles impresos por esa institución no le merecían la más mínima confianza.
¡Y no alcanzó con la caja de conversión! Los políticos acá se quedan con todas las "cajas" porque el pueblo aborrece el concepto el ahorro (de los demás).
ReplyDeleteSólo la dolarización resuelve eso.