El Opinador Compulsivo

Uno puede o no estar de acuerdo con Carlos Fuentes, pero el tipo no es un taradito más. Se supone que es una de las figuras intelectuales contemporáneas más destacadas del subcontinente.

¿Cómo puede decir esta sarta de imbecilidades sin ponerse colorado?

¿Cómo puede hablar de los “éxitos” de política exterior de Obama? ¿No lee los diarios? ¿No se enteró de la crisis con Israel, la única democracia republicana en la Medio Oriente, de que Almeja lo toma rutinariamente de hijo de la pavota?

¿Cómo puede hablar del “logro” de la estatización del sistema de salud? ¿No sabe que es insostenible financieramente y está por verse si es constitucional? ¿No se da cuenta de que no contribuye en nada a mejorar la salud de los norteamericanos de a pie?

Me parece que, como buen progre, Fuentes está mucho más interesado en las intenciones que en los resultados.