Jul 16, 2010

Con el estado actual de las cosas en el mundo

¿Existe alguna área de la vida humana que escape a la tutela del estado/gobierno (lo escribo así porque en muchos países, como Argentina, estado y gobierno se utilizan como sinónimos)?

Hace unos días veía en un noticiero en francés un especial sobre la actividad circense en la provincia. Los tipos dedicaron unos 10 minutos del noticiero de la noche para tratar el tema.

Contaban con un enorme orgullo que Montreal se ha convertido en “la capital mundial del circo”. No importa que el 85% de la actividad esté relacionada a una sola compañía, el Cirque du Soleil.

El mensaje es muy claro. Todos los que se dedican a la actividad y los periodistas que presentaban la nota dan por sentado que apoyarla es una obligación ineludible del estado.

Cuando hablan de estado en realidad se refieren a los contribuyentes de la provincia.

Cuando hablan de apoyar en realidad se refieren a obligar a los contribuyentes de la provincia a consumir espectáculos circenses tengan o no ganas de hacerlo.

Parece mentira, pero aparentemente para muchos la modernidad pasa por entregar una prebenda a cada sector de la sociedad.

Ante el avance permanente, en la mente de mucha gente se produce un fenómeno muy particular. Empiezan a creer que el estado tiene vida propia y que la razón de ser de la sociedad civil es generar recursos para sostenerlo.

El Gorgojo Pellegrino, un ex compañero de la facultad que largó los estudios para dedicarse a los títeres (espectáculos y fabricación de), estaría de parabienes.

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