Relacionado con lo que comentábamos ayer de los festejos del 9 de Julio:
Coincido, fui testigo de lo que cuentan y me llené de vergüenza, desasosiego e impotencia.
La av. Sarmiento estaba llena de ómnibus en los que llevaron a los que desfilaban y supongo que a algún espectador también. Fue el pavonearse de la pobreza y de los planes sociales.
Hoy en La Gaceta hay una nota que refuerza la idea que nos gusta vivir en una villa miseria.
El estado en que quedó el parque 9 de Julio después del desfile. No sé si alguien lo conoce, es (o era) una belleza, qué pena que me da:
La postal que dejó ayer el parque 9 de Julio podría haber inspirado un enorme ensayo sobre la incultura ciudadana. Miles y miles de kilos de basura, más de 75 toneladas, quedaron en el espacio verde tras los festejos por un nuevo aniversario de la independencia nacional. Antes de que comenzaran los actos, 40 inspectores municipales recorrieron el paseo para entregar bolsas de residuos a los asistentes al espectáculo. Los recipientes quedaron vacíos y amanecieron tirados en el piso, junto a millones de papelitos, volantes, boletos de colectivo, envases diversos y otros desperdicios.
Ni los animales hacen sus necesidades en el mismo lugar donde viven.
Por eso cada vez que me vienen con la tesis "pueblo virtuoso, gobernantes malvados" los saco volando. Al argento promedio le gusta sobresalir en medio de la pobreza e ignorancia del resto.
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