Una vez más, todo el país enfrascado en otra discusión bizantina sobre cuestiones que tuvieron lugar hace 40 años y que tendrían que haber quedado superadas hace por lo menos 20.
¿No se dan cuenta de que los están engañando como a la proverbial mucama de Asunción, de que sólo se trata de utilizar el odio y el resentimiento, siempre tan a flor de piel, para justificar una nueva barbaridad institucional, de las que van a pagar durante décadas?
Antes me preguntaba cómo es posible que millones de argentos sigan perdiendo el tiempo con estas cosas en el medio del incendio. Pero ahora tengo la sensación de que en realidad se trata de una forma de evasión. Los problemas reales del país aquí y ahora son tan agobiantes que prefieren ocuparse de cuestiones esotéricas.
Lamentablemente, es el gobierno el que provoca estas situaciones absurdas. Pero también es cierto que basándose en su abyecto revisionismo produce una amenaza real y actual: apropiarse de los medios de comunicación y encarcelar a los que no le son adictos. Al menos en mi caso creo que el fenómeno distractivo no funciona, pero no puedo mirar para otro lado mientras suceden estas barbaridades. Coincido en que es obvio que los temas deberían ser otros. Quiero decir que la intención del gobierno siempre es distraer, pero también y fundamentalmente reventarnos.
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Pero claro, Raquel. En mi post me refiero a los argentinos en general y a la corporación política en particular. En algún momento hay que empezar a mirar para adelante.
ReplyDeleteCortinas de humo para afanar tranquilos.
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