No me hagan calentar

Puntualmente, a los seis o doce meses de la última revisión, según el criterio del profesional, llega la tarjeta o llamada por teléfono de la secretaria del dentista para hacerme acordar de que llegó el momento de un nuevo control.

Otro tanto pasa con el ortodoncista de los chicos, con la empresa que hace el tratamiento de la maleza del jardín y con la que hace el tratamiento anticorrosión de los autos.

Pero, en el caso del médico de familia, si tienes la enorme suerte de tener uno (el 40% de los canadienses no la tienen), te puedes volver penca esperando que te avisen que llegó el momento de un nuevo control médico.

Les importa tres teresos. Si te olvidas, mejor. Y aún si no lo haces y llamas para pedir un turno, te lo dan para dentro de dos meses y le tienes que rogar al médico para que te recete los análisis (¿qué cada seis meses? No, papá, acá somos muy sofisticados y son cada dos años).

¿Por qué sectores de mucha menor importancia en la vida de las personas como el dentista o el jardinero son tan eficientes y otras áreas literalmente de vida o muerte como la de la salud son un desastre?

¿Cuál es la diferencia?

El dentista, el ortodoncista, el jardinero y el del tratamiento anticorrosión son empresas privadas, que funcionan en una economía de mercado (es decir, funcionan con un sistema de precios) y deben competir libremente con otras. Si no me gusta mi dentista, voy a otro y listo.

El médico de familia es un empleado de un monopolio estatal “gratuito”, es decir que no asigna recursos a través de un mecanismo de precios sino de racionamiento. Si no me gusta mi médico de familia, me jodo y me la tengo que aguantar dando gracias a todos los santos por tener uno.

Como ya dije alguna vez por acá, si la idea es estatizar algo, para darse con el gusto ideológico, sería preferible toda la vida (y, por favor, no lo digo para dar ideas) que estaticen a los dentistas, ortodoncistas, jardineros o mecánicos y que dejen que algo tan fundamental para la vida de las personas, como la salud, funcione con un mínimo de eficiencia.