La revista Maclean’s publicó un informe en el que sostiene que la provincia de Québec es la más corrupta del país. Para colmo, en la tapa sacó una imagen del “Bonhomme Carnaval”, un símbolo de Québec, con un maletín de una coima.
Muchísima gente MUY caliente. Sin duda, un nuevo y cobarde ataque de los anglófonos a la minoría francófona del país. Todo es envidia y el objetivo es robarse Notre Richesse™.
No conozco en detalle la situación en las otras provincias, pero acá en Québec los mismos quebecos te cuentan de las matufias y contubernios de toda la vida de los sindicatos (culo y calzón con el Partido Quebecuá), especialmente el de la construcción, con la política local.
Nota importante: porque seguramente no faltará el pajarito hondeado que diga “¿vieron como en todos lados hay corrupción? No sé por qué se quejan del Néstor”.
Las oportunidades de corrupción son directamente proporcionales a la discrecionalidad de los funcionarios:
Once you get in the habit of spending the public’s money as if it were your own, it’s all too easy to forget whose money it really is. And, ethical standards having been so easily breached, you may find the guard rail of legality incapable of braking your momentum.
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Moreover, the distended role of the state in the economy under the Quebec Inc. model, its heavy use of subsidies and other tools of intervention, created a strong incentive to win the favour of those in power, by fair means or foul.
Pero para los estándares argentinos, los casos más graves de corrupción en Québec son chanzas propias de monaguillos justo antes de pararse al costado del altar.
Quebecua, toda una paqueteria como suena
ReplyDeleteLa regla de oro de la burocracia argentina
ReplyDeleteMultiplicar las prohibiciones para multiplicar las oportunidades de vender los permisos.
Marco Denevi (La República de Trapalanda)
Es así en todos lados.
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