This is how you lie by telling the truth. You tell the big lie by carefully selecting only the small, isolated truths, linking them in such a way that they advance the bigger lie by painting a picture inside the viewer's head. The Ascended High Master of this Dark Art is Noam Chomsky.
I have long admired Noam Chomsky. It must be absolutely intoxicating to be able to write so free of any ethical constraints. Chomsky flitters and darts through the vast expanse of human experience, unerringly searching out those few, isolated data points that run contrary to the unimaginably vast ocean of facts crashing ashore in the opposite direction.
Here's a Noam Chomsky moment for those of you without enough duct tape to wrap around your heads to keep your brains from exploding while you actually read his works:
Let's say we stand overlooking the ocean along Pacific Coast Highway. From high atop the cliffs, we look down to the waves and the sand below. I ask you what color the beach is. You reply, reasonably enough, that it is sandy white. And you are exactly right.
However, there are people who cannot see the beach for themselves because they are not standing with us on this very spot. This is where Noam earns his liberal sainthood. Noam takes a small pail to the beach and sits down in the sand.
If you've ever run sand through your fingers, you know that for all of the thousands upon thousands of white or clear grains, there are a few dark ones here and there, falling through your fingers. With a jewelers loupe and an EXCEEDINGLY fine pair of tweezers, you carefully and methodically pluck all of the dark grains you can find - and only the dark grains - and carefully place them, one by one, into your trusty bucket.
It will take you a long time - it has taken Chomsky decades - to fill this bucket, but with enough sand and enough time, you will eventually do so. And then, when you do, you can make a career touring colleges through the world, giving speeches about the ebony-black beaches of Malibu, and you can pour your black sand onto the lectern and state, without fear of contradiction, that this sand was taken from those very beaches.
And what you say will be accurate, it will be factually based, and you will be lying like the most pernicious son of a bitch that ever lived...
Este proceso fue popularizado por Michael Moore, por supuesto, pero en Argentina ha encontrado en Ana Baron, de al-Clarín, a una perfeccionista en su implementación.
Este artículo, al que llegué de casualidad buscando otra cosa en el archivo, es realmente un ejemplo del que Chomsky estaría orgulloso. Otro ejemplo es esta nota sobre el episodio del candidato que hace los reenactments de la WWII.
Es algo realmente indescriptible que esta mentirosa profesional, con un absoluto desprecio por la verdad y la ética periodística, esté cobrando un sueldo por una corresponsalía en EEUU que solo sirve para perpetuar en el rebaño argento una vision sesgada e hipócrita de la realidad de ese país.
Muy bueno Mike.
ReplyDeleteGenial lo de Whittle, como siempre.
Sobre Chomsky, Moore y otros, esta página también les saca la careta de manera ejemplar.
Y en cuanto a Clarin, creo que es lo que sus lectores quieren leer. Esta mina sabe bien lo que hace, y a quienes llega con sus mentiras.
Esto no es nada nuevo, hay miles d eejemplos, aunque hay que reconocer que Chomsky elevó esta metodología a la categoría de arte siniestro.
ReplyDeleteAcá va una opinión mía que vertí recién en el blog de Rozitchner. Creo que viene a cuento.
ReplyDelete"Mi opinión sobre la crítica.
La realidad es una sola.
Las interpretaciones que hacemos de élla pueden ser distintas y si unificamos las definiciones que utilizamos, podemos salirnos del irracionalismo y hablar ambos de las contradicciones reales de nuestro pensamiento para que sea finalmente la realidad el árbitro inapelable.
Decir: "éso es válido para vos pero no lo es para mi" (Nietzsche), no es un razonamiento sino una excusa, una racionalización para justificar las contradicciones de mi pensamiento. Ese es el mal de nuestro tiempo y sólo llevará nuevamente al imperio de la fuerza bruta. Estamos cada vez más cerca, y por causa de la misma base filosófica que desnaturalizó a la razón y al lenguaje por motivos puramente emocionales.
"La arena no es comida".
Si estás de acuerdo con esta última afirmación, estarás de acuerdo con las anteriores también."
Los corresponsales en EEUU de La Nación no se quedan atrás. Los medios argentinos, como los de todos los países del mundo con prensa libre, le dan a la gente lo que la gente demanda.
ReplyDeleteEn realidad, el problema no es Chomsky o el gordo Moore (delirantes van a existir siempre) sino los millones de pajaritos que hacen cola para comprar las cosas que dicen simplemente porque refuerzan su visión de la realidad.
Una curiosidad sobre esta periodista.
ReplyDeleteEn sus inicios fue modelo y fue tapa de gente, apareciendo en biquini.