Espero sinceramente que la esposa (ahora viuda) de Kirchner y toda la corporación política estén a la altura de las circunstancias y que el espanto de fines de 2001 todavía estimule alguna de las pocas neuronas que les quedan.
Debo admitir que no me hago demasiadas ilusiones. Ya me quedé tantas veces colgado del pincel con aquello de “estar a la altura de las circunstancias” que doy por sentado que no lo van a estar (no hay mejor éxito que un buen fracaso) para después sorprenderme gratamente.
Si algo aprendieron los discípulos del "profeta" Néstor, es que en cualquier circunstancia hay que redoblar la apuesta.
ReplyDeleteDe esta manera tardaremos la mitad de tiempo en llegar al precipicio.
A la altura de las circunstancias no sé,al que ví todo el tiempo bien cerquita de la viudita es a Moyano y ya no me gusta nada.
ReplyDeleteAna