El Opinador Compulsivo

Creo que esta gente se ha dado una sobredosis de coliflor o brócoli y se les subieron los efluvios a la cabeza.

Desde ya, que el día que comenten, sugieran o esbocen -ya ni digo propongan- implementar una "idea" semejante va a ser el último en que mi hijo pise un centro educativo y el primero en que lo pase a home schooling.

Me tiene preocupada también otro tema: los visos de normalidad que le quieren dar a ciertas situaciones familiares excepcionales, donde los padres son personas del mismo sexo, que se ha vuelto moneda corriente en algunos libros de texto y cuentos para leer en clase en UK.

O el rechazo desembozado intentando sumir en la invisibilidad a determinadas nacionalidades y religiones, con el propósito -absurdo- de no "ofender" a otras.

Y me preocupa porque muchas de las ridiculeces condescendientes que se hacen en nombre de la corrección política tienen su campo experimental en Europa, por lo que no es nada extraño que luego sean importadas desde aquí para su implementación, como grandes logros de la 'toma de conciencia'.

No quisiera que llegue el día en que sienta que, en nombre de la conciencia y el bien de todos, nos grabaron en la mente la frase "Genuflexos del mundo, agacháos".

Fiura