(El intento de dirigir la vida de los otros, o criminalicemos al que es diferente.)
Hoy es común oír referencias a esta cuestión, a la que se ha denominado aparatosamente “fumador pasivo”. ¿A qué responde esta atención desmesurada a un asunto que no parece importante? Si se piensa que las cantidades de humo inspiradas por este involuntario “fumador” son insignificantes no termina de entenderse esta cuestión. Un cálculo sencillo realizado por mí, de la aspiración involuntaria de humo por parte de un no fumador que acompaña a un fumador en una habitación cerrada de regulares dimensiones me dio para una hora de permanencia que la cantidad de humo “fumado” por el no fumador era el equivalente a 0,0035 cigarrillos por cada cigarrillo fumado por el fumador. Vale decir que el no fumador “fuma” menos de cuatro milésimas de cigarrillo por cigarrillo consumido por el fumador.
Mis apreciaciones se vieron confirmadas mas tarde por un cálculo (que debe ser más preciso y cuidadoso que el mío) informado en un estudio publicado en el New England Journal of Medicine para 1975, que afirma que en los lugares públicos (cuando se permitía fumar en todos lados) las concentraciones de humo en el aire aspiradas por un no fumador equivalían a fumar 0,004 cigarrillos por hora.
Se trata, como vemos, en ambos casos de cantidades del mismo orden, realmente insignificantes (verdaderas diluciones homeopáticas) como para provocar en el no fumador enfermedades asociadas al tabaco semejantes a las sufridas por un alto porcentaje de fumadores, como se pretende hacer creer últimamente con una información pretendidamente científica a la que se hace referencia.
Mi sentido común me dice que algo “no cierra” en este asunto, cosa que terminé de confirmar con un vistazo a los informes e investigaciones científicas sobre la materia que me ha causado una muy desagradable sorpresa. No existen tales informes sobre efectos perjudiciales del tabaco en no fumadores. Todo lo que se afirma sobre el llamado “fumador pasivo” es lisa y llanamente una falsedad.
Existen básicamente dos tipos de estudios. Hay investigaciones realizadas en base a cuestionarios sobre la acción del agente patógeno en el pasado en sujetos enfermos y sanos, y las otras, mucho más precisas, son estudios verificables a lo largo del tiempo, realizados en base a seguimientos en el largo plazo de poblaciones expuestas al agente patógeno.
1 - En las primeras, que en las técnicas estadísticas se denominan estudio de “casos-control”, se analiza un grupo de sujetos enfermos llamado “casos” y otro de sujetos sanos llamado “control”. En estos estudios todos son no fumadores (en ambos grupos) y las preguntas versan sobre la exposición que ellos recuerdan o creen que tuvieron al humo del tabaco en el pasado. Como se puede suponer, se trata de una investigación muy poco precisa, ya que está sesgada por imprecisiones en el recuerdo, falta de patrones o módulos de medición y comparación, y subjetividad debida al estado de los sujetos que ya enfermos elaboran consciente o inadvertidamente su propia hipótesis de causas. De estos estudios hay un centenar realizados a la fecha. Siempre se trata de un número bajo de individuos en todas las muestras por lo que estadísticamente tampoco estas son representativas de nada. Los valores arrojados en muchos de estos estudios que muestran una muy débil incidencia a favor de esta hipótesis del “fumador pasivo” tampoco cumplen los requisitos mínimos de la ciencia estadística que exige altos valores definitorios, baja dispersión, buen intervalo de confiabilidad etc., por lo que sus resultados no pueden ser tenidos en cuenta y consecuentemente no permiten afirmar nada.
Por otra parte vestir con un ropaje matemático a afirmaciones vagas, poniéndole números es simular una precisión que está ausente en todas estas investigaciones.
2 - De las segundas, que son costosas pero serias y precisas y requieren largos plazos de seguimiento y observación, hay dos. Son las que deben tomarse en cuenta.
La primera emprendida a instancias de la Organización Mundial de la Salud realizada en siete países durante siete años sobre efectos del humo en hijos de fumadores arrojó inesperadamente un resultado contrario al esperado, mostrando menor incidencia de enfermedades pulmonares en hijos de fumadores que en hijos de no fumadores.
La tendencia fue pronunciada, cosa que llama la atención.
La última que voy a exponer es de lejos la más importante y más precisa de todas, y la única que por el momento puede tenerse en cuenta. Dos estudiosos: James Enstrom de la UCLA y Geoffrey Kabbat de la State University of New York Stony Brook, dirigieron una investigación en California siguiendo a unos 35000 no fumadores durante 39 años, analizando luego los casos de enfermedades asociadas al tabaco y la relación causal con la inspiración pasiva de humo de tabaco. Los resultados de esta investigación, la más seria de todas por el plazo, precisión en el control, unidad de criterio y número de personas estudiadas, no mostró ninguna relación significativa entre dichas dolencias y el hecho de ser “fumadores pasivos”. No hubo mayor cantidad de estas enfermedades en los llamados “fumadores pasivos”, que en los otros no expuestos al humo del tabaco. La hipótesis del “fumador pasivo” como grupo de riesgo no pudo ser confirmada de ninguna manera.
Los resultados estos no deben llamarnos la atención vista la reflexión con la que empiezo esta exposición. La cantidad de humo aspirado por terceros no fumadores es insignificante como para tener efecto alguno. Creo que más vale el sentido común (más el buen sentido, como diría Ingenieros) que muchas investigaciones científicas.
Pero las reflexiones que se me ocurre hacer son inquietantes. No me opongo a las prohibiciones de fumar en lugares públicos en donde el no fumador a quien le resulta molesto o desagradable el humo no tiene opciones a su favor. Eso es correcto.
Lo que no es admisible es que se promulgue toda una legislación con el pretexto de imaginarios daños a terceros. Esta legislación y este aire prohibicionista han conseguido que el fumador sea visto como un individuo gravemente dañino hasta el hecho de provocar aversión en mucha gente. Se lo ha criminalizado injustamente y sin prueba alguna. Se habla ya para un futuro de la prohibición de no fumar en los autos, en el propio hogar y aún hay mentes afiebradas que dudan dejar en manos de sus padres a los hijos de fumadores. ¡Pobres hijos de padres irresponsables!
¿O será que se trata de acosar al fumador para que no fume más? Si es así, se lo hace en forma inmoral, ya que se pretende forzarlo persiguiéndolo mediante mentiras. ¡Qué afán malsano de meterse en la vida de los otros para señalarles el rumbo!
Vivimos en una época en donde el oscurantismo se terminó, nos dicen. Ya no están las religiones para crear intolerancia (dicen algunos por ahí).
¿Y esto de criminalizar al diferente no es intolerancia acaso? Se lo hace en nombre de “la ciencia” para que la intolerancia tenga razones.
¿Antes era la religión y ahora es “la ciencia”? ¿O será que la intolerancia siempre busca razones para justificar sus atropellos?
Quienes quieran aproximarse al tema técnico pueden ver un resumen de divulgación.
Para verlo en detalle.
Y por último, creo que este enfoque vale la pena.
Luis N
Sigo creyendo que la legislación antitabaco es excelente. Aunque se haya dictado por los motivos equivocados.
ReplyDeleteEl crimen no será envenenamiento pero sí es agresión física.
Guillermo, en mi caso no se trata tanto del supuesto mal que me pueda llegar a hacer sino de que nadie decida fumar por mí.
ReplyDeleteYo fui fumador durante 15 años, ahora no me molesta que fumen al lado, es más me recuerda viejas épocas, pero..
ReplyDeleteCuando vengo de un lugar que han fumado dos o tres personas, tengo que poner toda la ropa a lavar porque el olor a cigarrillo es insoportable, mi mujer tiene cabello largo pasando la cintura y se lo tiene que lavar un hora y media para sacarse el olor.
Mi hija de cuatro años que tiene broncoespasmos recurrentes aunque no es asmática se la pasa tosiendo en dichos casos.
Solo quería contar mi experiencia.
Salu2 Gabriel
PD: lo de prohibir fumar en espacios abiertos eso si es ya una locura Estatal.
La creencia del fumador pasivo está muy arraigada en la gente (es similar a le fe que se tiene en la bondad del estado para dirigir nuestras vidas, o el considerar poco menos que criminales a los individuos que evaden impuestos).
ReplyDeleteMe canso de explicar que por simple sentido común, está muchísimo más expuesto un fumador que aquel mal denominado "fumador pasivo".
Pero me discuten a rabiar que no es así (con la misma pasión que defenderían las bondades del estatismo), es más afirman contundentemente que quién resulta más perjudicado es el "fumador pasivo". Es imposible dialogar porque la posición que adoptan es una cuestión de fe.
Es un tema de educacion y respeto por los otros. Por que prohiben comer y hacer ruido en los cines? No hace mal... pero lo hacen por respeto. No importa que sea pasivo o no; importa, como dijo Louis, que no fumen por mi.
ReplyDeleteCon la furia del converso, llego y digo fumar es asqueroso e intolerable.
ReplyDeleteLo prohibiría en los espacios públicos donde haya niños, estoy podrido de llevar a mi hija a las hamacas de la plaza barrientos y que haya cinco yeguas pucho en mano haciendo sociales mientras el resto de los padres cuidamos de sus hijos.
Massa, ojala prohibieran comer en los cines...
ReplyDeleteEntre los infelices que se mandan un balde de una tonelada metrica de pochoclo y los maleducados que chancletean con lo que estan comiendo, es un suplicio!
De hecho, hay cines que venden pizza... si, pizza! en sus salas y queda todo hecho un chiquero.
En otro orden de cosas, me parece que lo que realmente le molesta al Hegeliano no es el tener que cuidarles los pibes sino que las "yeguas pucho en mano" no le pasan bola... Jajajajaja
No estoy para nada de acuerdo. Está probado que el humo del cigarrillo aumenta la incidencia de asma, enfermedades de la vía respiratoria y muerte súbita en lactantes (tanto por estudios controlados como por mi propia experiencia). Me parece que es suficiente como para prohibir fumar en lugares cerrados. Eso si, en tu casa hacé lo que quieras.
ReplyDeleteHabría que ver como fueron diseñados los estudios del post, hay algunos que dan vergüenza.
Anonimo, me exprese mal: a mi me parece bien que prohiban fumar en lugares publicos (cerrados). Al contrario que muchas otras prohibiciones, que son tacitas (esta prohibido tocarle el culo y las tetas a todas las mujeres de este bar, por ejemplo), esta la tienen que hacer taxativa porque es una costumbre asentada en la sociedad, y una costumbre muy molesta. Es como si un contingente de un millon de chinos desembarcara a vivir en Buenos Aires: habria que poner carteles de "prohibido eructar" en los bares... cosa que no hacemos ahora porque nadie lo hace.
ReplyDeleteMe explico? Saludos!
En mi caso particular, he estado de los dos bandos: como fumador "activo" y como fumador "pasivo".
ReplyDeleteY debo decir que, primero y principal, fumar es una elección personal. Como también lo es elegir que no te fumen en la cara. Pero realmente... ¿quién tiene la real potestad para decidir dónde se fuma y dónde no?
Desde mi punto de vista, cuando me tocó fumar a mí en lugares cerrados siempre me aseguré que a las personas a mi alrededor no les moleste el humo del cigarrillo. Básicamente, por una cuestión de respeto. Si a la gente le molestaba, fumaba sólo, afuera. O, directamente, me abstenía de fumar.
Por otra parte, debo coincidir con el autor del post en que ahora al fumador se lo demoniza más que años atrás, lo cual me parece, al menos, repudiable.
De todas formas, no apunto con este comentario a discutir sobre las bondades o maldades del cigarrillo: considero que bien sabidas están. Simplemente me limitaré a decir que el Estado no debería entrometerse en los hábitos de la gente. Si hablamos de propiedad privada, es el propietario quien debe decidir si se puede fumar o no dentro de su establecimiento (doy por descontado que fumar en el hogar jamás podría ser prohibido más que por el dueño de casa), siempre y cuando se le avise a la gente, antes de entrar, si se admite a fumadores o no en dicho lugar. Aunque en el caso de lugares públicos cerrados... ahí sí creo que adheriría con la prohibición, asumiendo que en estos casos el no fumador no tiene la opción de elegir.
Es una lástima que se escriba un artículo con tanta liviandad sobre un tema tan importante.
ReplyDeletePara empezar, existe un consenso completo en la comunidad científica sobre los daños ocasionados al fumador pasivo al incrementar significativamente la probabilidad de sufrir cáncer y otras enfermedades relacionadas con el cigarrillo.
Entre otras, las siguientes instituciones internacionales has expresado públicamente su consenso sobre los daños mortales al fumador pasivo:
* The World Health Organization
* The U.S. National Institutes of Health
* The Centers for Disease Control
* The United States Surgeon General
* The U.S. National Cancer Institute
* The United States Environmental Protection Agency
* The California Environmental Protection Agency
* The American Heart Association, American Lung Association, and American Cancer Society
* The American Medical Association
* The American Academy of Pediatrics
* The Australian National Health and Medical Research Council
* The United Kingdom Scientific Committee on Tobacco and Health
Específicamente:
(1) La OMS presenta su consenso reconociendo ampliamente los daños al fumador pasivo, se puede ver en su página:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs339/en/index.html
(2) El estudio que "dice" que no hay daños para el fumador pasivo realizado por Enstrom y Kabbat es usado regularmente como ejemplo de un estudio comprado (es decir "financiado") por la industria tabacalera para ser utilizado en la avalancha de juicios en su contra en EEUU. De hecho, en un famoso juicio en 2006, la US District Court Judge Gladys Kessler citó a esa investigación como “un ejemplo notable de cómo nueve compañías tabacaleras llevaron a cabo actividades de crimen organizado y fraude para ocultar los peligros del humo del cigarrillo” en uno de los juicios que las tabacaleras perdieron por billones de dólares (en el 2009, US Court of Appeals ratificó la sentencia de primera instancia). Como parte del juicio, incluso se descubrieron cartas de uno de los autores del estudio dirigidas a Philip Morris pidiendo “apoyo sustancial para futuras investigaciones … para poder competir efectivamente contra la gran montaña de datos epidemiológicos que existen sobre los riesgos al fumador pasivo”.
http://www.who.int/tobacco/media/en/who_inquiry.pdf
http://www.nature.com/nature/journal/v446/n7133/full/446242a.html
http://legacy.library.ucsf.edu/tid/dfk37d00
http://www.no-smoke.org/pdf/BMJrelease.pdf
En conclusión, existe un consenso absoluto sobre el incremento de la mortalidad de los fumadores pasivos, y decir lo contrario como una alegre "opinión personal", basándose en un estudio que ha sido probadamente desacreditado en lugar del consenso médico del planeta es, por decir lo mínimo, poco serio.
Finalmente, utilizar al sitio "mitos y fraudes" como fuente, en lugar de la OMS, es como hablar de astronomía usando como fuente a Fabio Zerpa o como hablar de modelos predictivos usando como fuente a una tarotista.
Los lectores del blog merecen un poco más de nivel, no solo para respetar su inteligencia, sino aún más importante, porque sino cualquier defensor del modelo pop&nac podrá alegar que "estos liberales no entienden nada, sino fijate las tonterías que dicen en sus blogs sobre las realidades científicas"...
Emperator, ¿el consenso es más o menos como el del global calenting? Me imagino que no hace falta explicarte que el consenso no es ciencia.
ReplyDeleteNo intentemos tirar la pelota afuera.
ReplyDeleteEl calentamiento global es otro tema completamente diferente.
En el tema de los fumadores pasivos está ampliamente demostrado el riesgo para la salud.
Antes de escribir posts sobre temas tan importantes, por favor hacer un mínimo de investigación seria, sino se está despreciando no solo la inteligencia de los lectores, sino también, en este caso, la vida humana, la cual merece la mayor de la libertades: poder vivir.
Emperator, no se trata de tirar la pelota afuera. Cuando aparece el tema del consenso en cuestiones científicas el argumento queda automáticamente sospechado.
ReplyDeleteConsenso no es ciencia.
Por otro lado, no te das una idea de lo involuntariamente cómico que queda pedir seriedad sobre un tema y al mismo tiempo invocar a la OMS, o cualquier organismo que tenga que ver con las Naciones Unidas, como autoridad sobre el tema en cuestión. Los mismos delincuentes de los informes sobre el global calenting, la gripe de moda en el momento y demás.
ReplyDeleteA una teoría que pretende ser consierada válida científicamente se la invalida únicamente con una refutación siguiendo el método científico, donde el consenso es irrelevante, y no por su fuente de financiamiento (que eventualmente puede ser relevante, pero a priori no es una argumento o prueba científica).
ReplyDeletePablo
Pablo, El problema es que en realidad no estamos hablando de ciencia sino de política. O del intento de usar la ciencia como justificativo para imponer una agenda política. Fijate que nadie debate la validez científica de un estudio de los hábitos de copulación de los escarabajos carroñeros en el África septentrional. Sí es relevante debatir la procedencia de utilizar ciertos estudios científicos justificar el cercenamiento de las libertades de millones de personas.
ReplyDeleteSí, Louis, estoy de acuerdo. Pero me sigue llamando la atención que la fuente de fianciamiento de un estudio sea comprado como argumento de refutación por tanta gente que quiere mostrarse como seria y de razonamientos profundos.
ReplyDeletePablo
Pablo, es correcto, el estudio de Enstrom y Kabat, el cual se presenta en el post como prueba de lo inofensivo del cigarrillo, ha sido refutado por su metodología incorrecta, no por su financiación. De hecho, antes de su publicación, la misma institución que le brindó los resultados epidemiológicos en los cuales se basa el estudio (la ACS) alertó al autor de sus errores, cuando este publicó de todos modos los resultados, la asociación emitió un comunicado detallando todos los errores que tenía, entre ellos, la incapacidad para determinar qué sujetos del análisis habían estado expuestos al cigarrillo y quienes no (algo básico…) además de muchos otros errores del “método científico”.
ReplyDeleteLuego, en el transcurso de un juicio de 2006 contra Philip Morris en EEUU, un jurado decretó que, además, el estudio había estado financiado por las tabacaleras en su intento de falsear la realidad (lo cual fue ratificado por la cámara de apelaciones de Washington DC en 2009).
El estudio es inválido por sus errores metodológicos, mientras que por otro lado, la falta de independencia y su financiación explican por qué se publicó de todos modos.
Desde un punto de vista científico, un fumador pasivo tiene mayor probabilidad de morir por enfermedades ligadas al cigarrillo.
Desde un punto de vista filosófico, un fumador pasivo es una persona que NO ha elegido fumar, pero sufre las consecuencias de todos modos. Como dijeron Louis y Massa más arriba, “que no fumen por mi”…
Por suerte, los países más libres del mundo (entre ellos EEUU) donde hay una gran libertad de todo tipo, han aceptado esta realidad y han prohibido fumar en lugares públicos para proteger a inocentes de un daño que no han elegido.
¿...?
ReplyDeleteTengo la impresión de que es millones de veces mayor la contaminación y la peste que cualquier ser humano se traga al circular por las calles que lo que pudiera aspirar como fumador pasivo en un espacio abierto.
Entonces, aplicando el razonamiento de Emperator, nos queda que "Desde un punto de vista científico, un transeúnte tiene mayor probabilidad de morir por enfermedades ligadas al monóxido de carbono" y "Desde un punto de vista filosófico, un transeúnte es una persona que NO ha elegido aspirar emenaciones tóxicas de vehículos, pero sufre las consecuencias de todos modos"
Por todo eso, y teniendo en cuenta el asunto de la emisión de gases y el monóxido que despiden -todavía- todos los vehículos que diariamente circulan por las calles, se me ocurre que habría que ir haciendo marchar otra prohibición.
No lo creo, dijo Luna, que al chancho le salgan plumas...
...
Otrosí digo, lugar público no es sinónimo de espacio abierto.
Fe de erratas: emanaciones.
ReplyDeleteFiura: aspirar monóxido de carbono en la calle no causa cancer de pulmón, como sí ocurre con el humo del cigarrillo en un lugar público.
ReplyDeleteSon cosas completamente diferentes.
Si el tema fuera la contaminación ambiental, podríamos ver que en muchas ciudades (por ej, Mexico DF) se prohibe la circulación de vehículos cuando la contaminación excede ciertos niveles, pero, de nuevo, son dos discusiones diferentes (contaminación vs cigarrillo) y no deben ser mezcladas tan facilmente.
1)Coincido con lo que dice Luis C. En el campo de la investigación científica “consenso” no quiere decir nada. Y por lo contrario dicho concepto se lleva bastante mal con el verdadero espíritu científico.
ReplyDelete2)Insisto con mi primera apreciación. Las cantidades aspiradas por un tercero no fumador son insignificantes como para hablar siquiera de “fumador pasivo”. A mi juicio las investigaciones no hacen sino poner de manifiesto la escasa influencia de ese humo.
3)Por lo tanto lo que se debe probar fehacientemente mediante estudios de campo es que dicha incidencia existe y que las investigaciones realizadas así lo prueban. Las citas de la OMS y las “opiniones autorizadas”, no bastan.
4) Aquí nadie esta defendiendo al humo del cigarrillo en lugares públicos y en donde los no fumadores no tienen opción. Las prohibiciones son medidas justas.
Y en este aspecto es correcto que el humo del cigarrillo es irritante para un asmático (como lo son todos los humos) y molesto para la mayoría de la gente no fumadora, pero no es eso lo que estoy discutiendo.