Hoy tube que escuchar un par de discursitos. Uno de un pofesional porbo de la medicina, comunicativo, paciente. La explotación de los EEUU, de los pobres cubanos, de los palestinos y sus tierras y los malos de Israel y demás recetas que son la cosecha del cultivo colectivista por estos pagos. No estoy hablando (como dicen x acá) de un nene repartiendo pizzas con una motito de 50cc. No, de un señor con flia y todo, profesión, bienestar y con una mediana capacidad de raciocinio. Argumenté un par de razones, pero como saben... es casi imposible. Mas tarde con un cliente me contó parte de su vida. Él ahora viudo me dijo que tenía sexto grado. Se aventuró a importar con su hermano, ganó y perdió y gano unos mangos en la bolsa, escuca jazz, mejora su inglés por internet, hace contratos de locación de sus propiedades, le contaba sobre Texas y el debate de impuestos con lo cual nos quedamos charlando un rato más. Su mujer era pofesora de piano, al igual que su suegro que tocaba animando las películas mudas por estos pagos. Como no podía ser de otra forma, un muy buen cliente. A cuento viene las peripecias que pasó con la inflación y como siempre que la vio venir trató de evitar la debacle, a veces con suerte y otras no tanto. Pasar por una universidad no garantiza nada como dice Louis.
Hoy tube que escuchar un par de discursitos.
ReplyDeleteUno de un pofesional porbo de la medicina, comunicativo, paciente.
La explotación de los EEUU, de los pobres cubanos, de los palestinos y sus tierras y los malos de Israel y demás recetas que son la cosecha del cultivo colectivista por estos pagos.
No estoy hablando (como dicen x acá) de un nene repartiendo pizzas con una motito de 50cc. No, de un señor con flia y todo, profesión, bienestar y con una mediana capacidad de raciocinio.
Argumenté un par de razones, pero como saben... es casi imposible.
Mas tarde con un cliente me contó parte de su vida. Él ahora viudo me dijo que tenía sexto grado.
Se aventuró a importar con su hermano, ganó y perdió y gano unos mangos en la bolsa, escuca jazz, mejora su inglés por internet, hace contratos de locación de sus propiedades, le contaba sobre Texas y el debate de impuestos con lo cual nos quedamos charlando un rato más.
Su mujer era pofesora de piano, al igual que su suegro que tocaba animando las películas mudas por estos pagos.
Como no podía ser de otra forma, un muy buen cliente.
A cuento viene las peripecias que pasó con la inflación y como siempre que la vio venir trató de evitar la debacle, a veces con suerte y otras no tanto.
Pasar por una universidad no garantiza nada como dice Louis.
Salu2