Dice El Enmascarado:
Lo más curioso es que durante muchísimos años la Argentina tuvo una ley (al igual que Brasil) que prohibía la compra de tierras por parte de los extranjeros EN ZONAS DE FRONTERA por razones de seguridad.
El argumento castrense era evitar que esas propiedades pudieran servir como cabeza de playa para invadir la Argentina o tareas de cobertura de espionaje, sabotajes, etc.
Dado que manteníamos hipótesis de conflicto, y posibilidades concretas de que ocurrieran, con Chile y Brasil (también había planes menos concretos con Bolivia, Paraguay y Uruguay) haciendo un esfuerzo podía entenderse la preocupación militar, pero ahora existe el Mercosur y no tenemos hipótesis de conflicto con nadie ni siquiera como ejercicio teórico (los militares extranjeros se sorprenden al saberlo) este proyecto de ley no tiene mucha lógica.
Antes que alguien se enoje conmigo aclaro que sé perfectamente que Alemania invadió dos veces Bélgica sin que hubieran habido tierras belgas en manos germanas, pero el argumento de los muchachos de gorra y de los políticos de esa época pretérita era ese. Creo que la ley fue modificada por el cipayo de Menem.
Agrego yo, se lo iba a dejar como comentario pero mejor lo cuelgo como post:
Vivimos varios años en un pueblo del interior de Misiones en la década del 80. La gente del lugar nos contaba que por las hipótesis de conflicto con Brasil, prácticamente estaba prohibido construir infraestructura en las zonas de frontera.
Los caminos eran de tierra, los puentes precarios, no podía haber industria ni ninguna otra actividad económica de peso.
Porque, imagínense, había que dificultar el avance de las columnas de tanques brasileros hacia BA.
Un delirio increíble que le costó décadas de pobreza y atraso al país. Para darse cuenta no hay más que ver el contraste entre el nivel de desarrollo de las provincias del litoral y los estados linderos de Brasil.
toda la mesopotamia era un buffer defensivo hasta que se construyó el tunel, y mucho después los puentes.
ReplyDeleteConozco Corrientes, mucho. No puedo imaginarme una provincia más pobre y más "pobrista". He visto a capangas dueños de miles y miles de hectáreas amarretearles el arroz a los peones. Jamás les he conocido una vocación de educar a sus peones, capacitarlos, ayudarlos a mejorar su calidad de vida. Aún hoy viven, muchos, en ranchos de barro. Hace unos años, yo tendría unos 17 años, un joven peón, apenas más grande que yo, me vio leyendo una revista de historietas. Como observé que le llamaba la atención, se la ofrecí. La agarró, la miró, la dio vuelta varias veces y me la devolvió con un sencillo, silencioso, pero no avergonzado "no sé leer". Hijos de puta. Ése fue, es y será siempre el plan: peones ignorantes, rebaño silencioso, mendigantes de subsidios, de pan, de opio. Hijos de puta.
ReplyDeleteNico, vivimos algunos años en Goya. Después cuelgo algunas anécdotas.
ReplyDeleteLouis, te agrego otro datito. En 1967 existía el Consejo Nacional de Seguridad (CONASE) que presidía el Gral. de División Osiris Villegas. Ese organismo directamente se oponía a la construcción de cualquier carretera pavimentada que atravesase alguna provincia de la Mesopotamia para evitar que los tanques brasileños pudieran alcanzar el Paraná.
ReplyDeleteEste aserto se fundaba en un lo expresado por el General de División Golbery De Couto e Silva en su libro "Geopolítica do Brasil", donde señalaba que el Río Paraná era la frontera geopolítica del Brasil.
Este libro era la biblia del pensamiento geopolítico militar brasileño y resulta interesante de leer aún hoy para ver cómo y cuánto han cambiado las cosas.
Onganía se peleó con medio Ejército argentino cuando decidió hacer el Túnel Subfluvial.
Louis: pasé casi todos los veranos de mi vida en Goya. Tengo familia allá. Yo también tengo anécdotas. Desde la época de Camila O'Gorman y el cura español, nada cambió allí. Nada. Mi tía tiene un campo de 900 has, a 25 km de Goya...hace 50 años que reclaman, escuchá bien, LUZ ELÉCTRICA, y nada...nada. Camino: de tierra. Yo llegué a tomar agua de aljibe ahí. Cero progreso, cero. Y estamos hablando de Goya, la segunda o tercera ciudad más importante de la provincia. Mamita.
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