Lo digo yo por acá y siguen hojeando la revista Hortensia. Lo dice Szewach y se les dislocan las vértebras del cuello asintiendo mientras leen la nota:
El caso Schoklender no hizo más que reiterar un problema sistémico que aqueja a la asignación de recursos públicos en la Argentina de los últimos años (¿décadas?): tales recursos se asignan con discrecionalidad, arbitrariedad, opacidad, y falta de control.
¡Epa! Es muy duro lo que dice Szewach. Inédito.
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