En el caso específico de Afganistán coincido totalmente con tu opinión.
Ni siquiera el Imperio Británico con todo el poder en su momento pudo quebrar a los afganos.
Por eso mismo es que nunca la OTAN debería haberse metido en ese berenjenal sin salida donde no existe la posibilidad de una victoria militar plena. Y menos aún cuando las tropas enviadas, con la excepción de EE.UU. y Gran Bretaña, tienen que actuar como si fueran miembros de ONGs humanitarias en lugar de soldados.
A diferencia de lo que parecen creer los socialistas del PSOE y otros parecidos, el oficio de soldado exige matar y se corre el riesgo de que te maten porque los de enfrente no están jugando.
Por estas razones creí siempre que fue un grave error mandar tropas a Afganistán.
Pakistán es otro berenjenal complicado, pero está la India que se ocupa de controlarlo más o menos.
A los afganos lamentablemente hay que dejarlos que se sigan matando entre ellos, que produzcan y trafiquen con heroína y apliquen el horror del Islamismo talibán. No van a cambiar nunca.
Claudio, con todo respeto me parece que no es comparable la WWII a Afganistán. Acabar con la barbarie hitleriana era un imperativo absoluto, los talibanes son otra cosa mucho menos peligrosa en todo sentido, a menos que seas afgano.
El Enmascarado
Enmascarado, acá en Québec mucha gente tiene la misma postura que el PSOE en España. Las FFAA son ONG humanitarias.
ReplyDeleteMe parece que Claudio se refiere más a lo de ponerle el pecho a las balas para defender la libertad.
Mandé un posteo pero no sé que me dijo Blogger que alguien estaba actualizando la página y por tres horas no lo sacó. Trato de reconstruirlo:
ReplyDeleteGracias Louis por la exégesis. Básicamente es eso:
Ahora, puesto a analista geopolítico internacional:
1) Desde el 11-S se está peleando en el mundo la WW IV (La tercera fue la Fría), se lo hace de dos maneras:
a) Conflictos de baja intensidad e intervenciones como las de Irak y Afganistán.
b) En el plano cultural e interno de las naciones occidentales.
2) Los towell-boys en sus diferentes mutaciones, presentaciones y tamaños, son el nuevo nazismo emergente, similar al alemán de principios del siglo XX.
3) Los socialismos, progresismos y restos de colectivismos fallidos simpatizan con el fanatismo musulmán en su anti occidentalismos.
4) De los puntos anteriores la mayoría de las personas no se da cuenta, incluso y sobre todo las que deberían de hacerlo -políticos, intelectuales, etc.
5) Si no se detiene ahora este extremismo terrorista llevará inevitablemente a una confrontación a gran escala o a una suerte de constante situación terrorista en occidente.
6) Si se retira del plano militar la acción se desarrollará en el plano cultural, político y demográfico: en el que se está y se estará en desventaja por mucho tiempo.
7) En Argentina, como siempre, se ve esto como algo lejano sobre lo cual se critica ideológicamente, o se lo toma desde los estúpidos y peligrosos conceptos de multiculturalismo y relativismo moral, sin ninguna toma de posición concreta y efectiva.
8) O se comprende esto o estamos, a la larga o a la corta, a genuflexionarnos sobre la alfombra a las horas indicadas en dirección a ya saben dónde; o a ser tratados, impuestos incluidos, como esclavos, según como lo dice claramente “su” libro sagrado. Para estos muchachos no hay negociación posible. Esto debe de entenderse pronto y rápido.
Para dejar clara mi posición:
9) Estamos en una guerra altamente no convencional, somos el blanco, no nos damos cuenta, estamos perdiendo.
10) Los únicos que están respondiendo acertadamente son los países efectivamente intervinientes en Irak y Afganistán, el resto se está suicidando por omisión, estulticia y/o comodidad.
Más allá de la cuestión táctica de si permanecer o no, o cómo, en determinadas posiciones:
11) Mi agradecimiento a todos los que pusieron y ponen el cuerpo para defender mi libertad y la de todos nosotros (Incluso la de aquellos que la usan para insultarlos: los que dicen gringos de mierda o blasfeman y reniegan de Occidente en tanto que unidad política, cultural e histórica.).
Mi repudio a todas las posiciones que ignoran el hecho de que la libertad que hoy gozamos es hija del sacrificio de quienes nos libraron de los totalitarismos del siglo XX.
12) Es sencillo, tal cual lo expresó un periodista después del 11-S: Esto en una guerra y hay que ganarla.
[Enmascarado: Con el mismo respeto que me tenés (Por aquello de “Que El Profeta te dé a ti todo lo que tú me deseas a mi”.): Me parece que es comparable este extremismo religioso con el nazismo. Los towell-boys son otra cosa mucho más peligrosa en todo sentido al nazismo, porque quien plantea tu absoluta doblegación moral o desaparición física no se habilita a sí mismo a ser tratado de distinta manera. Por más que tus intenciones sean las más bondadosas del universo no podés llevarlas a cabo sin el riesgo de tu propia existencia. Y no por un planteo tuyo, sino del otro.
Acabar con la barbarie absoluta “es” un imperativo absoluto.]
¿Entrará esta vez? ¿Entrará o quedará como spam?
Claudio.
Estimado Claudio: no voy a discutir tu punto de vista claramente explicado y me limitaré a señalar cuestiones de orden militar.
ReplyDeleteUn principio fundamental de la guerra es librar el combate en el terreno que uno elige, nunca en el terreno elegido por el enemigo.
La historia de Afganistán demuestra que es imposible vencer a los afganos en su territorio, nadie lo ha conseguido nunca desde Alejandro Magno para acá. Los propios afganos no han logrado aplastarse entre ellos porque siempre se pueden refugiar en las montañas y recuperarse. Afganistán es un país grande,tiene casi el tamaño de Texas, pero el 75% es montañoso y de muy difícil acceso y con múltiples sendas y pasos hacia Pakistán al Sur y Turkmeskistán al Norte, ambos países islámicos.
Las razones de la invencibilidad afgana son variadas y pasan por las características de la geografía, el hecho de que la mayoría de la población vive en pequeños pueblos y no en grandes ciudades y, sobre todo, por el indómito espíritu guerrero afgano especialmente contra todo lo que sea extranjero.
Sumale el componente fundamentalista islámico talibán y la histórica división entre clanes y la receta tiene todos los ingredientes para asegurar que NO se puede ganar una guerra en ese lugar.
Lo máximo que se puede conseguir es los que hicieron los británicos en el siglo XIX, los rusos en el XX y la OTAN en el XXI, es decir, controlar las grandes ciudades y mantener puestos fortificados.
Las líneas de comunicación están siempre expuestas a ataques de guerrillas o atentados con IED y los puestos vivirán sometidos a ataques nocturnos de guerrillas.
Además, el costo de mantener puestos fortificados abastecidos por vía aérea es astronómico.
Por si todo esto fuera poco, el ejército gubernamental afgano es inepto militarmente y fácilmente infiltrable por los talibanes.
La OTAN no cuenta con suficientes hombres propios de ascendencia afgana y necesita traductores locales, así como abastecimientos comprados a la población civil. Todo esto favorece la infiltración enemiga.
Las batallas se ganan cuando uno termina dominando el campo de combate (la OTAN domina de día y se retira de noche a sus puestos y los afganos se mueven y reagrupan).
En cambio, las guerras se ganan cuando uno quiebra la voluntad de lucha del enemigo.
Creo que Occidente ha perdido la voluntad de lucha (con la sola excepción tal vez de la defensa del propio territorio históricamente nacional) y sus habitantes no están dispuestos a que sus soldados mueran en guerras lejanas. Dado que he vivido muchos años en Europa, insisto en que las propias FF.AA. europeas parecen ONGs humanitarias.
Por el contrario, los afganos en general, y los talibanes especialmente, sí tienen una gran voluntad de lucha porque además no han conocido otra cosa a lo largo de su historia.
La guerra contra el terrorismo, islámico o no, no se gana mediante la fuerza convencional militar (y menos en un terreno como el afgano) sino que se vence al terrorismo infiltrándolo, reuniendo información de inteligencia y golpeando duro donde más duele que es en la jefatura y mandos, en el suministro de armas y, sobre todo, cortando el financiamiento.
Lamentablemente, Afganistán siempre ha sido el mayor proveedor de heroína del mundo y no hay manera de impedir la producción de heroína porque de eso viven todos los clanes, sean o no talibanes religiosos.
Por todo esto, es que creo que nunca la OTAN se debería haber metido en ese berenjenal donde no hay manera de ganar la guerra.
Se han dilapidado miles de millones de dólares e, inevitablemente, la OTAN va a terminar retirándose sin haber logrado cambiar nada.
Estimado Enmascarado (espero que no por un burka):
ReplyDeleteMi planteo superaba el punto específico de Afganistan y apuntaba a señalar la cuestión estratégica más general.
No me estaba metiendo en el tema militar sino en el ideológico y no pretendía hablar específicamente de ese bello país de azules y ocres.
Acuerdo con vos en varios puntos de tu análisis.
No se si realmente no habría manera de "darle" al asunto. Si no han podido las personas mejor preparadas en el planeta para ello que puede decir una paisano, no?
De todas formas ya lo dijo El General: "El año 2050 nos encontrará unidos o turbantizados."
Un abrazo.
Claudio.