Jul 20, 2011

Como chicana populista de cortísimo plazo, fomentar el odio puede tener algún rédito político/electoral

Pero como estrategia para organizar una sociedad es suicida.

Y vuelvo con lo mismo, es absolutamente descorazonador que haga falta explicarlo en un país con el tremendo historial de violencia como método político de Argentina.

Soñemos a lo grande, ya que estamos. La viuda de Kirchner pierde todas las elecciones de acá a octubre, incluida la presidencial, y esta gente tiene que dejar el poder. ¿Ustedes están seguros de que el odio y el resentimiento por el que piensa distinto se va con ellos?

No es un temita menor, ojota.

2 comments:

  1. Louis:

    Lo que hace un buen político es "canlizar el odio".
    Se vota desde el odio, se hace política contra algún odiado.
    Y si no existe, la gente y los políticos se lo inventan.
    No digo que esté bien, digo que es así. Y en paises perdedores, pobretones, proyectivos, mucho más.
    Hace tiempo preguntaba yo en un post trayendo a la memoria a Carl Schmitt. El Estado inventa un enemigo y aglutina a la Nación en contra del mísmo. Igual un partido político o un movimiento.
    En Capital el voto Filmus canaliza el profundo odio que, como individuos tienen los progres y que proyectan sobre el niño bien de Macri.
    La mala leche da réditos electorales.
    Por cierto: La presidenta está generando, en distintos estratos, mucho resentimiento, eso le juega en contra. ¿Cuánto? Habría que ver.

    Y no: el odio es del individuo y este lo proyecta sobre estructuras más grandes. En Argentina la gente -de todos los nivels- tiene mucho odio y resentimiento y opera desde ahí, sobre todo políticamente.

    Aunque no sea del todo de acá lo comento porque está muy relacionado. El post de Francisco y la gente de Santa Fe:
    El tema de los mascoteros y su inmenso aaaamooooorrrr por los animales que va de la mano de un profundo desprecio por la humanidad. Esta gente tiene un odio terrible contra los seres humanos y contra determinados grupos, matarían gente -sino a toda la humanidad en última instancia-, y a esa faceta terriblemente destructiva la revisten con un inmenso cariño hacia los animales (Ver lo "oportuno" del decreto presidencial de estos días: no es casualidad, no están en cualquiera, saben perfectamente a que minorías invocar para ir sumando). Eso compensa y no los hace aparecer ante si mísmos como las terribles personas que son.
    Conozco el caso de un persona que es marxista-lenilista y -por otro lado- mascotera. Tiene un odio tremendo, mataría gente en una revoluación sin nigún problema. Por otro lado está llena de veganismo, proteccionismo, mascoterismo y amor por los animales.

    El odio es un combustible fundamental de lo político, desgraciadamente no se acabará nunca. En el mejor de los caso se lo atenuará, no se lo dejará circular por el ambiente cívico; como en los países civilizados.

    Claudio.

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  2. Claudio, fijate que yo creo que en muchos casos es el odio a sí mismos.

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