Creo que Cortés Conde lo explica muy claro. La Argentina se convirtió en un país que atrajo a millones de inmigrantes, principalmente de Europa, porque en la segunda mitad del siglo XIX tomó la decisión conciente de dejar de ser una sociedad premoderna y sumarse a la modernidad.
El proceso de “desdesarrollo” que se acelera, no se inicia, con la llegada del peronismo, y que aún no terminó, se debió a una reacción antimodernidad: esto de la democracia liberal y la economía de mercado no es para nosotros, volvamos a la autocracia caudillista y el mercantilismo colonial.
En gran medida, creo que la esquizofrenia de tantos argentinos, ese no ser ni una cosa ni otra, de pretender vivir como en Canadá con un país organizado como Bolivia, tiene que ver con esto:
La irrupción de una cultura populista en una sociedad moderna generó conflictos que perduraron durante décadas. Ello se debió a que las áreas en las que el clientelismo se difundió coexistieron con las de avanzada modernización.
Marco, vidrio antirreflex y a difundirlo entre la ciudadanía.
ReplyDeleteEl Padrenuestro del fracaso argento.
En eso estamos.
Claudio.