Me siento como si viviera en un edificio, donde las decisiones se toman votando en la reunión de consorcio.
Yo voy a la reunión con la idea de que falta hacer limpieza y mantenimiento en el edificio, y llego, y mis vecinos no ven lo mismo. Consideran que no hace falta gastar plata en detergente, y que por ahora los ascensores andan, así que no vale la pena que los vea un técnico. En su lugar, prefieren usar los fondos comunes para comprar unos parlantes para poner música en la entrada hasta la 3 de la manaña. En siguientes reuniones votan por hacer unos graffitis, y comprar unas luces raras.
Yo sigo insistiendo con la necesidad de limpiar y pintar, y agrego renovarle la ropa al portero. Pero mis vecinos tienen ideas mejores: el portero necesita unos tatuajes, lo van a motivar más.
Mientras tanto un ascensor se cae y se destroza, y le ponen un cartel para avisar que no anda. Por suerte no se lastima nadie esta vez. Pero no llegan a considerar una reparación, porque tienen otras prioridades.
El tiempo pasa y algunso vecinos no soportan más al edificio, y se mudan. Justo son los que mejor te caían: la familia con chicos que van al colegio, y otros vecinos que aprecian la tranquilidad, y en las reuniones votaban a favor del detergente.
Una cosa que vas notando en las siguientes reuniones es que cuando todo empezó estabas medio solo con tus prioridades, pero ahora cuando las tratas de exponer ni siquiera te entienden lo que decís. Porque qué segundas intenciones tenés cuando pedís que se cambien los focos de luz de la entrada para que se vea bien?
El edificio estaba bueno, tu casa te gusta, el barrio es lindo. Es fácil revertir el deterioro del edificio pero tienen que decidir hacerlo sus dueños, tiene que ser su objetivo, sino no se hace. Te parece increíble que la única opción que tengas para vivir en forma normal sea mudarte.
Creo que es lo que quiere decir José Benegas cuando dice: debajo de la mugre hay un país.
Sep 28, 2011
El consorcio
Comentario brillante de Mariana. No tengo el escaneo de mi firma, pero digamos que firmo al pie (viene de acá).
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Me ganaste de mano.
ReplyDeleteDebajo de la mugre hay un país mugriento.
Definitivamente en el apartado "Comentarios que ameritan un post", este de Mariana.
ReplyDeleteY sí, debajo de la mugre ya no se sabe qué es lo que hay. Es como -para seguir con la metáfora inmobiliaria- comprar una casa, empezar a rasquetearle las paredes para sacar la pintura vieja y pintar de nuevo, pero con cada capa que rasqueteás, abajo aparece otra, y otra, y otra. Y al final descubrís que no hay paredes: era todo un gran bodoque de pintura.
JL
JL
Inauguramos la sección "Comentarios que ameritan dos posts" ?
ReplyDelete+1, Mike. :)
ReplyDeleteJL