Yo estuve con mi esposa y mi hija, al terminar julio del 2001, o sea, casi un mes antes... Recuerdo que tomamos un café en un local tipo Starbucks, con paredes de madera lustrada clarita). He estado luego en la Zona Cero y realmente no podía creer que nada de lo que conocía existiera.
La primera vez que fui a las Twin Towers fue en octubre de 1973 y las habían inaugurado en abril. Me comí una cola como de dos horas y media porque todo el mundo quería subir.
La segunda vez fue en mi luna de miel en 1977 y fue mucho mejor que mi primera visita ya que seguía siendo joven, estaba felizmente casado y New York estaba totalmente nevada (-18º C de sensación térmica en la terraza)
Siempre que íbamos en familia o iba solo a New York hacía una visita a las Twin.
La última vez fue en 1998 en que viajé con mi hijo, que tenía 12 años entonces, en un viaje de hombres solos, mientras mi mujer y mi hija estaban en París en viaje de mujeres solas.
Perdón por el off-topic pero quisiera recomendar ese método de viajar:
¡¡Espectaculares los viajes madre-hija, padre-hijo cuando los chicos tienen menos de 16 años y más de 9 ó 10!! Si son más chicos, se complica bastante el tema.
Ni una discusión acerca de dònde ir, ambas parejas (padre-hijo, madre-hija) mantienen los respectivos ritmos de marcha (ellas más lentamente, pero mirando vidrieras; nosotros a paso redoblado, pero con destinos previamente marcados).
Todos vimos lo que nos interesaba ver, visitamos museos conforme nuestros diferentes gustos, los hombres pudimos perder el tiempo en la tienda de Apple y otras de tecnología, armas, military surplus, hobbies, etc., etc. y las chicas hicieron lo mismo con sus mucho más amplios intereses culturales (incluyendo la moda) y el shopping.
De yapa, nosotros llegamos en plenas liquidaciones de invierno y compramos de todo y para todos los miembros de la familia.
Para terminar, el punto de reencuentro familiar fue Londres que, para mi mujer y para mí, queda a mitad de camino entre París y New York...
Es evidente que este tipo de viaje es recomendable, más allá del tema costo económico (si no hay guita suficiente está claro que no aplica), para ir a lugares que los adultos ya han conocido juntos y cuando ya han tomado conciencia de que tienen distintos ritmos e intereses propios. (Hay gente que persiste en viajar todos juntos y se viven enojando porque no pueden conciliar ritmos e intereses diferente).
También hemos viajado todos en familia a los lugares que no conocíamos para compartirlo juntos y lo hemos pasado bastante bien, pero siempre teniendo que realizar ajustes.
Ahora que los chicos ya son más grandes, mi mujer viaja con mi hijo y lo pasan fantástico, yo hago lo mismo con mi hija que es divertidísima (aunque tengo que estar alerta por los buitres) y después nos reencontramos en algún punto del itinerario para seguir juntos el viaje.
Yo estuve con mi esposa y mi hija, al terminar julio del 2001, o sea, casi un mes antes...
ReplyDeleteRecuerdo que tomamos un café en un local tipo Starbucks, con paredes de madera lustrada clarita).
He estado luego en la Zona Cero y realmente no podía creer que nada de lo que conocía existiera.
La segunda vez tomé el subte en la estación que estaba abajo y compré una pilas en el Radio Shack de al lado de la estación del subte. De terror.
ReplyDeleteLa primera vez que fui a las Twin Towers fue en octubre de 1973 y las habían inaugurado en abril. Me comí una cola como de dos horas y media porque todo el mundo quería subir.
ReplyDeleteLa segunda vez fue en mi luna de miel en 1977 y fue mucho mejor que mi primera visita ya que seguía siendo joven, estaba felizmente
casado y New York estaba totalmente nevada (-18º C de sensación térmica en la terraza)
Siempre que íbamos en familia o iba solo a New York hacía una visita a las Twin.
La última vez fue en 1998 en que viajé con mi hijo, que tenía 12 años entonces, en un viaje de hombres solos, mientras mi mujer y mi hija estaban en París en viaje de mujeres solas.
Perdón por el off-topic pero quisiera recomendar ese método de viajar:
¡¡Espectaculares los viajes madre-hija, padre-hijo cuando los chicos tienen menos de 16 años y más de 9 ó 10!! Si son más chicos, se complica bastante el tema.
Ni una discusión acerca de dònde ir, ambas parejas (padre-hijo, madre-hija) mantienen los respectivos ritmos de marcha (ellas más lentamente, pero mirando vidrieras; nosotros a paso redoblado, pero con destinos previamente marcados).
Todos vimos lo que nos interesaba ver, visitamos museos conforme nuestros diferentes gustos, los hombres pudimos perder el tiempo en la tienda de Apple y otras de tecnología, armas, military surplus, hobbies, etc., etc. y las chicas hicieron lo mismo con sus mucho más amplios intereses culturales (incluyendo la moda) y el shopping.
De yapa, nosotros llegamos en plenas liquidaciones de invierno y compramos de todo y para todos los miembros de la familia.
Para terminar, el punto de reencuentro familiar fue Londres que, para mi mujer y para mí, queda a mitad de camino entre París y New York...
Es evidente que este tipo de viaje es recomendable, más allá del tema costo económico (si no hay guita suficiente está claro que no aplica), para ir a lugares que los adultos ya han conocido juntos y cuando ya han tomado conciencia de que tienen distintos ritmos e intereses propios. (Hay gente que persiste en viajar todos juntos y se viven enojando porque no pueden conciliar ritmos e intereses diferente).
También hemos viajado todos en familia a los lugares que no conocíamos para compartirlo juntos y lo hemos pasado bastante bien, pero siempre teniendo que realizar ajustes.
Ahora que los chicos ya son más grandes, mi mujer viaja con mi hijo y lo pasan fantástico, yo hago lo mismo con mi hija que es divertidísima (aunque tengo que estar alerta por los buitres) y después nos reencontramos en algún punto del itinerario para seguir juntos el viaje.
Perdón por la extensión.