Sigue a pleno el escándalo de la corrupción en la industria de la construcción en la provincia.
Pero fíjense que a pesar de que el tema era ampliamente conocido desde hace décadas, no salió a la luz por una investigación periodística sino por el informe de una comisión. Recién apareció en los medios después de que se hizo público el informe.
El gobierno liberal de Charest se negó a lanzar una investigación. Recién ahora, por la presión de la oposición, parece que aceptan la idea. A pesar de que los sindicatos y las corporaciones empresarias tienen mayores vínculos históricos con el PQ, que seguramente serán los que más pegados quedan con estas tramoyas.
¿A ningún periodista se le ocurrió nunca investigar la adjudicación de obras públicas en la provincia, los tejes y manejes de los sindicatos del sector, las trenzas entre las empresas y los organismos regulatorios?
Aparentemente no. Es como si todo el mundo diera por sentado de que así son las cosas en Québec, de que los negociados y las prebendas son la “Québec Way” y estas cuestiones no se tocan.
La fotito también es Quebec way?
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