Europa, España, Argentina, la crisis económica, el mundo actual. Dos excelentes artículos del filósofo español Gabriel Albiac. Para ir pensando eso que, parafraseando a Don Astor, podríamos titular "Lo que vendrá":
Un artículo sobre la crisis económica europea:
"¿DE qué iba aquello? De la eufórica ilusión según la cual era posible producir realidad con nada más que fantasía. Palacios en el aire. Hasta que el aire se niega a mantenerlos. Caen a plomo, entonces. Nada les sobrevive. Nadie."
"Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Europa ha vivido de no hacer nada. Y ha vivido muy bien. […] la economía europea vivió, entre el inicio de los sesenta y el comienzo del nuevo siglo, una ocasión excepcional para renovarse. La despilfarró. Por completo. Y llegó el fin de fiesta. Somos parasitarios. Esto queda: resaca, tras medio siglo de juerga que pagaron otros."
Y otro sobre la España actual:
"No hay dinero. Ninguno. El Estado malgastó las bastantes saneadas cuentas que heredara de la austera administración de Aznar. No podemos engañarnos acerca de lo que forzó a Zapatero a comparecer ante el Parlamento para decir exactamente lo contrario que seguía afirmando veinticuatro horas antes: fue un ultimátum. Obama, Sarkozy y Merkel no tuvieron más que pronunciar un nombre: Argentina. Exactamente lo que España es en estos momentos. Y por las mismas razones: corrupción del Estado-Sindical al cual llamaban allí peronismo y aquí llaman socialismo; despilfarro del dinero público para comprar voto y, de paso, hacer ricos a los políticos gestores del invento. Si España no se ha declarado en bancarrota es porque vive a costa del euro, a costa de aquellos países que sí hicieron el esfuerzo de ajustar su gasto. Basta hoy con que Europa (Merkel-Sarkozy) y Obama muevan un dedo para que todo el dinero que guardamos en nuestras cuentas corrientes se transforme en papel higiénico. Literalmente. Fuera del euro, somos Argentina."
Gentileza de
Don Freeman
Grande Argentina!!!!!
ReplyDeleteSomos un ejemplo para el mundo!!!!!
Es así:
ReplyDelete"No hay milagros. Si alguien no tiene ingresos y vive en la opulencia, acabará en presidio. Puede que logre posponerlo un tiempo. Pero, al final, se estrellará contra el muro marmóreo de la realidad. Paga o muere. Es la ley inviolable del capital."
Cuando llegué a España en enero del 2005, el gerente del banco donde abrí mis cuentas me preguntó si pensaba alquilar o comprar.
ReplyDeleteLe dije que alquilaría porque no sabía cuánto tiempo viviría en España ante de mudarme a otro país.
Me explicó que, con el monto que yo pensaba pagar de alquiler, me podía ofrecer un crédito de 350.000Euros con hipoteca a pagar en 20 años y con un interés Libor más 2%.
Aclaro que esa suma me hubiera permitido comprarme muy buen piso en alguna urbanización de buen nivel en los alrededores de Madrid con piscina y todos los chiches.
Le agradecí el ofrecimiento y, con mi mujer nos pusimos a analizar el posible negocio.
Tanto mi mujer como yo somos personas urbanas, nos gusta vivir en el equivalente del Barrio Norte y con colegios, universidades, supermercados y tiendas cerca de nuestra casa o a tiro de subterráneo. No nos gusta manejar y menos en una ciudad con tanto tránsito y pocos parkings.
Por tanto, para comprar algo a nuestro gusto tendría que ser en Salamanca, Chamberí o Chamartín y los precios en esa zonas eran de ¡¡¡4.000 hasta 8.000 Euros o más por metro cuadrado!!!.
Por esa plata, se podía comprar un departamento en zonas razonables de París y este dato fue decisivo. No nos cerraba en la cabeza que Madrid pudiera valer lo mismo que París. Dicho esto con todo respeto, pero Madrid no es París.
También nos frenaba la certeza de que no íbamos a quedarnos por muchos años y que, cuando nos fuésemos, tendríamos que complicarnos la vida teniendo que vender una casa hipotecada aunque seguramente recuperaríamos buena parte de la inversión.
Pero no nos cerraba la situación económica española, demasiado boom de consumo y de construcción, demasiados autos caros (en manos de tipos que ganaban 2 o 3.000 Euros como mucho) y poco laburo hispano. Todo eso, sumado al viejo olfato de quien había vivido ya 3 burbujas semejantes en Argentina, nos hizo ser conservadores y preferimos quemar la guita pagando alquiler (y no era poco, pero no excedía el 20% de mis ingresos) que arriesgarnos a quedar enterrados.
¡La mejor decisión de mi vida!
que nos era demasiado riesgoso porque nos parecia que había algo que no cerraba en ese
No hagan caso del último renglón del comentario.
ReplyDelete