Nov 19, 2011

¿Leyeron la columna de Carlos March del miércoles en La Nación?

Me parece que nadie la comentó. Vale la pena:

Un destacado catedrático de Harvard, el brasileño Roberto Mangabeira Unger, se pregunta cómo cambiar la historia de la Argentina, "el único país que logró subdesarrollarse". Hoy, parecería ser que este país sin remedio encontró una sociedad mayoritariamente dispuesta a tomar de su propia medicina, renovando por cuatro años una receta prescripta hace ocho. El kirchnerismo se ha convertido en un tratamiento prolongado sin medicina alternativa a la vista, en el que los opositores parecen marcas de remedio compitiendo con un genérico.

4 comments:

  1. ¡IM-PRE-SIO-NAN-TE!

    No sobra ni falta nada.
    Me hubiera gustado escribirlo yo.

    Don Freeman.

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  2. Estoy medio perdido, pero es para enmarcar y colgar.

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