1- En el mediano plazo -para no hablar del largo- lo importante son las tendencias, no la situación momentánea. Hacia dónde vamos, no dónde estamos.
Recuerdo que en las décadas del 50 y 60 se decía que el modelo japonés se basaba en salarios de hambre. Cuando obviamente nos superaron, lo mismo se repetía de Corea del Sur, de Singapur, de Hong Kong y de Taiwán. Ahora el sonsonete está destinado a China, la India y en general el sudeste asiático.
Todas las tendencias en Argentina confluyen hacia la decadencia: en lo ideológico, hay una pertinaz negativa a reconocer que el llamado "modelo" lleva consigo los gérmenes de su destrucción. El adoctrinamiento masivo a través del sistema educativo y de los medios (Ley de Educación y de Medios, respectivamente, aplicadas por funcionarios y docentes marxistas), están lavando el cerebro de los jóvenes y de los más grandecitos. Entretanto, Argentina está cada vez peor situada comparativamente en su calidad educativa.
La creación neta de capital es escasa y de pobre calidad, por las restricciones a la importación, y la reluctancia a incorporar tecnología extranjera.
El capital humano se está deteriorando aceleradamente.
El capital social está destruido, y una muestra de eso son las ocupaciones, el delito, la inseguridad, las contravenciones y el incumplimiento masivo de las obligaciones legales y contractuales.
2- Desde Adam Smith se sabe que "ni el comercio ni las manufacturas pueden florecer en un Estado que no goce de una administración arreglada de justicia, en donde el pueblo no se crea seguro en la posesión de su propiedad, en que no se sostenga y proteja por la ley la buena fe de los contratos..." ("INVESTIGACIÓN DE LA NATURALEZA Y CAUSAS DE LA RIQUEZA DE LAS NACIONES", Libro V, T.III, págs. 220 y ss., Ed. Orbis, 1983). Esa idea fue retomada por DOUGLASS NORTH ("El nacimiento del mundo occidental. Una nueva historia económica”, Siglo XXI Editores, 1978).
Cuando no se respeta el derecho de propiedad, cuando no hay una efectiva división de poderes, y cuando los propios jueces no hacen respetar las garantías constitucionales, un país así no tiene futuro, o al menos va por muy mal camino.
Julio
(Viene de acá)
Yo creo que Melconián es un economista del montón, que tiene alguna notoriedad debida a su enorme esfuerzo por imitar el estilo de J.C. de Pablo.
ReplyDeletePablo