Otra cosa importante que hoy me recordó José Luis con su post marplatense es la comida. En el caso de las fotos se trata de un típico lugar de tapas y, abajo, la lista de precios de mariscos, crustáceos y otras delicias gallegas de un restaurante en Santiago de Compostela. Mi favorito es el bogavante con salsa de vieiras o una parrillada de mariscos. En Galicia, los mariscos (llaman así a todos los frutos del mar que no sean peces) se comen con la mano o en el caso de las cigalas, que son como unos langostinos grandes con caparazón duro y con pinzas como los cangrejos, se usa una pinza para romper la caparazón y un tenedor largo muy delgado con dos pequeñas puntas curvadas de manera de poder sacar la carne de adentro de sus patas o brazos (de la cigala, no de sus patas o brazos de Uds.).
Después a darle duro a todo lo demás a puro dedo y succión, los gallegos chupan el contenido de la cabeza de los langostinos, así como de todo lo que tenga cabeza (me refiero a crustáceos, no a los pollos ni a la gente) y también se comen todo lo de adentro de los cangrejos previamente destapados a mano. Sí, Sra. amiga, los cangrejos se abren en dos partes como quien separa una Tita y queda a la vista una pastita gris, una verdosa y otra rosada y se las comen. (Sí, les gusta. Tuve que hacer esfuerzos para comer eso la primera vez).
En Galicia se detecta fácilmente a los turistas madrileños (y a otros extranjeros en general) porque comen los mariscos con cubiertos convencionales y sin usar los dedos (en realidad cogen los cubiertos con los dedos, no es que no los usen), lo que complica bastante las cosas y no permite aprovechar al máximo la carne.
Me acuerdo una comida con Manuel Fraga Iribarne (sí, a veces me he codeado con gente interesante) donde éramos seis argentinos y dos gallegos, incluyendo a D. Manuel, y donde éste no paró de contar historias interesantísimas mientras pelaba langostinos y cigalas a mano y nos las pasaba para que comiéramos. ¡La cara de asco de varios fue espectacular! Yo ya estaba acostumbrado a esta cortesía gallega (realmente era cortesía porque el anfitrión nos convidaba los mejores trozos) y no me sorprendí, pero les garantizo que más de uno se preguntaba si se habría lavado las manos. Gente educada al fin y al cabo (o hambrienta y resignada) todos comieron sin empacho alguno.
La vida de Fraga Iribarne merece varios libros por sus diversos aspectos como Ministro de Franco, constitucionalista, protagonista imprescindible de la transición democrática, fundador de partidos y político por excelencia. Tenía la memoria perfecta y mucha gracia para contar sus anécdotas. Recuerdo una en la que narró que, en una cacería con Franco y Doña Pilar, a Fraga se le escapó un tiro de escopeta, cargada con perdigones para perdices, con tanta puntería que parte de la perdigonada le pegó en el "culo y en la espalda a Da. Pilar". Afortunadamente, la perdigonada se había abierto bastante cuando impactó contra la mujer de Franco y la alcanzaron pocos perdigones. Franco se acercó a su mujer, preocupado, y cuando vió que no era grave (tenía alguna experiencia en eso de ver sangre) se acercó a D. Manuel (que estaba pálido) y le dijo: tranquilo Fraga que no le has atinado bien, si fuera perdiz seguiría volando...
Si llega a ver/oler eso, mi suegra se desmaya...
ReplyDeleteMe la llevo de paseo a Galicia.
Muy interesante, Enmascarado. Yo estuve un par de veces en Bilbao, San Sebastián (Donostia), Barcelona, Madrid, Toledo, pero nunca en Galicia. Tampoco conozco Valencia, de donde era mi abuela. Tendría que hacer algunos viajes más.
ReplyDeleteLouis, has estado en bastantes lugares importantes de España, pero te recomendaría que en un viaje futuro no dejes de conocer Andalucía, especialmente Sevilla, Cádiz, Córdoba y, sobre todo, Granada y su Alhambra.
ReplyDeleteAcostumbrado como estás a las distancias americanas, este recorrido es muy fácil en auto porque España es chiquita en comparación con nuestras distancias. Y en Andalucía hay de todo para ver y disfrutar: ciudades históricas, paisajes soñados, comida exquisita (si te gusta la cocina española) y los andaluces que son unos tipos muy divertidos aunque flor de vagos.
Galicia, por su parte, para mí es especial. El paisaje quebrado es verde por la lluvia abundante, los gallegos están llenos de leyendas (como buenos celtas) y hay una variedad de mariscos, pescados y carne de ternera gallega que satisfacen plenamente a cualquiera.
Tienen casas rurales donde te podés alojar por 20 o 30 Euros diarios donde comerás estupendamente, pasearás por lugares lindísimos y estás a tiro de cualquier ciudad históricamente fascinante como Santiago o Lugo que está rodeada de una muralla romana en casi perfecto estado.
Y los lugares de la costa como Finisterre con sus acantilados, o La Coruña, y ni hablar de las Rías Bajas gallegas, son muy pintorescos y disfrutables.
Que tentación Enmascarado! esto es como contar plata adelante de los pobres, caramba. La comida española es de lo mejor. No se si la gallega o vasca, hablando de comida de mar, claro. De lo que estoy seguro es que si hay que elegir un lugar la mejor opción es Barcelona, ahí se encuentra de todo (supongo que por la actividad económica), incluyendo la comida clásica catalana que es muy buena también aunque un poco rústica. Conocí por indicación de locales un par de lugres, uno gallego y otro vasco, eran extraordinarios. Nada de lujo, paredes de azulejos y un mantel apenas sacudido. El patrón gallego tenía una pequeña flota de pesqueros en manos de sus hijos, él se había retirado y dedicado a la gastronomía. Un personaje de película. Cigalas, langostinos de Palamos, percebes, santiaguiños, zamburiña, navajas, bogavantes, etc, etc... para quedarse a vivir. Y después venían los pescados. Por supuesto, había que chupar las cabezas de los langostinos.
ReplyDeletesaludos
Caro Víctor, no lo tome de esa manera, no quiero contar palata delante de pobres . ´
ReplyDeleteMi intención es despertar el interés de la gente que muchas veces viaja a lugares que ya conoce sin saber que a poca distancia, en tiempo y dinero, tiene otros lugares geniales para pasarlo bien.
Cuando pienso que yo iba a Punta del Este y me gastaba en un mes la misma guita que hubiera gastado en recorrer media España en ese lapso, me quiero matar.
La cosa está en viajar en primavera u otoño eurpeo que es temporada baja que el gran gasto de avión y alojamiento baja.
España tiene una infraestructura hotelera en el interior del país muy barata y buena. El Hostal Herradura de Santiago de Compostela (a una cuadra del casco viejo) me costaba 75 Euros por día (para 4 personas y mi perra) lo que es baratísimo. Cualquier hostal rural o urbano de 2 o 3 estrellas es excelente.
En el resto de Europa, no es así. Todo es más caro.
Estimado, No lo tomo a mal para nada, es un gusto leer cuentos de viajero, especialmente si hacen foco en lo gastronómico. Cuando me consultan por un viaje a Europa siempre recomiendo concentrarse en ese recorrido por España o uno similar por la Toscana. Si me apuran rankea tercero la Provence, sur de Francia. Saludos
ReplyDeleteTenemos los mismos gustos, estimado Víctor, la Toscana es impresionante. No conozco la Provence.
ReplyDeleteGracias, Enmascarado, lo voy a tener en cuenta para un viaje futuro.
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