Pero la verdadera ventaja argentina siempre fueron los recursos humanos, es decir los argentinos. Los encargados de administrar la cosa pública en el país tuvieron en su momento, no la suerte, sino la visión y la capacidad de generar las condiciones para que Argentina atraiga a millones de inmigrantes de todo el mundo. La mezcla mejora a las razas y las personas que se deciden a inmigrar suelen tener más iniciativa y ganas de hacer cosas.
A lo anterior se le suma un sistema educativo que en su momento era la envidia de los países la región y tenemos el secreto del éxito del país, por qué se despegó en esos años del resto del subcontinente.
Parece mentira, pero para el populismo clientelista el humano es casualmente el último orejón del tarro, el único recurso que no tienen en cuenta ni los nacional socialistas en sus delirios mercantilistas de la “defensa de las riquezas”.
Están alegremente dilapidando la única fortuna, el verdadero patrimonio, que supo tener el país. Y, como se dicen en inglés, once it’s gone, it’s gone for good.
De que sirven los recursos naturales si no hay quién los explote? De que sirve un "buen" invento si pasa cada 100 y no se le saca provecho?
ReplyDeleteLos países son naciones, no pedazos de tierra. Y las naciones son gente.
Es tan, pero tan obvio que no se entiende porqué hay repetirlo a cada rato. Y por más que en la escuela te digan cualquier verdura, cuando crecés te das cuenta de cómo son los cosas. Ahora que de granda te convenga hacerte el boludo, es otra cosa.
Feliz año don Louis.
Excelente!
ReplyDeleteSiempre sostengo que la importancia de un país está en el tipo de gente que produce. Y lo importante de un país es que le brinda a su gente, no cuanta tierra o cualquier otra cosa tiene.
Puntualizando diría que es el tipo de "mentalidad" que tiene la gente lo que hace a un país.
A la casta dirigencial argentina le interesa la gente únicamente como tropa: estás con ellos para hacerle número o estás contra ellos.
Mención aparte merece la escuela argentina post-peronista, patriotera y populista: Machaca los peores imaginarios estatistas. Pero me temo que sea así en la mayor parte del mundo.
"Fuíste, te lo perdiste.", cual Gilda, le canta el emigrado al país.
Por cierto: Estoy por inaugurar la categoría de "emigrado cultural" ¿Quién se anota?
YO!
ReplyDelete¡Yo también me anoto!Me siento de otro planeta en mi propio país.
ReplyDeleteDon Freeman, es horrible sentir que es uno el que no encaja en su propio país. Fue lo que nos motivó a mudarnos.
ReplyDeleteYo también, me siento como un personaje de una novela de Camus.
ReplyDelete