Feb 1, 2012

El Poder Judicial ha muerto ¡Viva el Rey!

Curioso el paralelismo entre España y Argentina, en muchos sentidos. Solemos compararnos. Comparamos la "Transición española" con el "retorno de la democracia" argentina. Creemos que son iguales, que son similares, pero no lo son. Lo único que tienen de similar es que ambos países salían de regímenes despóticos y entraron en una democracia que se prolonga hasta hoy

Sin embargo las formas de estas democracias pueden tener similitudes. Una de ellas es que en ambos países el poder político hizo todo lo posible por tornarse lo más concentrado posible en el Ejecutivo, para lo cuál tuvo que acabar con la independencia del Poder Judicial

El Poder  Legislativo nunca fue un problema, la "disciplina partidaria", la "mayoría propia" -estúpido regalo de las masas votantes incultas-, la conservación del puesto legislativo y hasta el soborno, actuaron pronta y efectivamente para conseguir alinear el voto de los legisladores con la posición del ejecutivo.

Esta situación y el actual paso hacia la reconstitución del orden republicano en la España actual es el motivo  del artículo El retorno de Montesquieu, de Gabriel Albiac, publicado este lunes 30 de enero del 2012, en su columna de Opinión, del periódico ABC.


Quería compartir dos párrafos muy significativos, que muestran la importancia de la independencia del Poder Judicial con respecto al Ejecutivo para que una democracia sea republicana, es decir: sea realmente una democracia y no un simulacro de la misma, y de como en ambos países se destruyó, tal vez mediante formas distintas, esa separación, para construir proyectos populistas y un Estado más o menos al borde del totalitarismo.

Dice Albiac, para explicar la constitución de una democracia en relación a la independencia del Judicial:
La autonomía de los poderes del Estado es condición mínima. Sin la cual no hay democracia. Cuando Sieyès formula que una sociedad que no garantiza la separación antagónica de los poderes no tiene constitución, nace el mundo moderno. Quienes lo escuchan en 1789 lo saben: el Viejo Régimen reposaba sobre el control regio de los tribunales. Dotar al Nuevo de una potestad similar, sería forjar otra variedad de despotismo. Desposeer a quien gobierna —y a los políticos en general— de cualquier potestad sobre los jueces es el único modo de evitar que blinden su impunidad frente a los ciudadanos. No es la democracia. Es su condición previa.
Y luego explica por qué se realizó:
Por eso su destrucción fue prioritaria en el proyecto, bajo la jefatura de Felipe González, de poner en pie un nuevo caudillismo que supliera al viejo. Populista. Algo así como una variedad europea de aquel peronismo que fue la variedad latinoamericana del fascismo europeo: o sea, del socialismo nacional
Esta última frase es brillante en cuanto sintetiza la identidad del proyecto del PSOE y la similitud que pueden tener los procesos de las dos democracias desde su constitución a principio de los ochenta hasta la fecha.

Ambas democracias se construyeron hasta ahora sobre la tendencia de un partido a encaramarse en el poder proyectarse -como un simil del PRI en México- en una instancia única, institucionalizada, más o menos totalitaria, con una cobertura democrática y una oposición débil que no representara una amenaza, ni una alternativa real: una dictadura democrática de partido único, prácticamente. En España este proyecto está encarnado por el PSOE y en Argentina por el peronismo.

Esto en España se empezó a romper con la presidencia de Aznar (1996-2004) y ahora tendría otra oportunidad con la de Rajoy, luego del desastrozo resultado de la presidencia de Zapatero.

En Argentina la única alternativa fue la del parroquiano Alfonsín (1983-1989), apenas retomada la institucionalidad democrática,  destrozada por la tradicional ineficacia y conveniencia radical. (Considerar al estulto De La Rua y a La Alianza, como una alternativa es un hecho que no puede hacerse a posteriori de su actuación como gobierno.)

El  artículo completo es muy corto y no tiene desperdicio, léanlo.

Los subrayados en las citas son míos.


1 comment:

  1. Argentina, México, España: en los tres países, Montoneros... y dentro o bien cerca del gobierno "socialista"

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