Esto es el totalitarismo, sin
exagerar. El control sobre la persona de manera extraterritorial. El Estado
argentino tiene poder sobre el individuo, no sobre el territorio. Así se
hallare fuera del territorio argentino, el ciudadano -¿tiene sentido ya, seguir
usando esa expresión?- tiene que dar cuenta de sus acciones al Estado. Más allá
incluso de lo razonable. Todos los Estados tienen cierto control sobre los bienes de los ciudadanos para evitar
fraude impositivo. Pero esto no es para evitar fraude impositivo, esto está hecho para controlar, manipular,
impedir, reducir la libertad del individuo de disponer de sus bienes. Y, por lo
tanto, de su vida. Cuando uno no puede sacar sus bienes libremente del país
tampoco puede sacar su persona libremente.
¿Qué pasa si una persona decide
radicarse en el exterior, vende sus bienes materiales transformándolos en
dinero? No puede sacar ese dinero para adquirir bienes materiales –una casa, un
auto- en su nuevo país de residencia. Dirán que sí puede hacerlo, que le tiene
que pedir permiso al Estado y este se lo va a dar. Si le tiene que pedir permiso al Estado para disponer de sus bienes,
materiales o intangibles, entonces no es un individuo libre. ¿Y si el Estado, es decir, los burócratas
políticos que administran el país circunstancialmente, necesitan que ese
dinero no salga del país, para permanecer en sus puestos? No le darán el
permiso.
Nada de esto afecta a los
carenciados resentidos que se benefician con la explotación de otras personas. (Directa
o indirectamente. Y a pesar nuestro. Muchos de nosotros estamos en uno, otro u
ambos bandos.)
Pero estas son disquisiciones
menores. Desde que uno tiene que pedir
permiso al Estado para disponer de la propia vida en una situación normal, es
decir, que no perjudica a terceros, uno no es libre.
Esto es el peronismo desbocado,
en su máxima expresión, que fue impedido por los golpes militares, de 1955 a 1976. De alguna
manera, más fascista que comunista, es la realización del proyecto socialista de
los 70’ .
Ya empezaron a meterse con las propiedades de las personas, que es una
forma indirecta de meterse con las personas. El paso siguiente es meterse
directamente con las personas.
Están restringiendo, regulando los movimientos de la hacienda, el
ganado al que ordeñan, alambrar el campo es cuestión de tiempo.
A la gente le quedan dos
alternativas, que pueden ser, simultánea o sucesivamente, no excluyentes:
sometimiento o rebelión.
De no producirse un relevo
político que revierta la situación y de profundizarse esta, la única salida que
queda es de tipo violento: civiles combatiendo con la fuerza contra el aparato
del Estado y/o civiles combatiendo contra civiles, según se esté en contra o a
favor. De no producirse un relevo político que reintegre las libertades
secuestradas por el Estado en el presente régimen. Más tarde o más temprano, esto
es lo que ocurrirá, producto del rumbo político y económico propuesto por los
gobernantes actuales.
Nadie piense que no va a ocurrir nada. Quizás que no ocurra nada sea lo peor que puede ocurrir.
Los sucesos del final del gobierno de De La
Rúa señalan que nuestro país, lejos de consolidarse como una democracia republicana,
sólidamente institucional, está degenerando hacia formas de cambio fácticas. El
traspaso de un gobierno a otro, más bien: el
cambio de un régimen a otro, tiende a tornarse violento, en medio de una
situación política, económica y socialmente inestable.
Los liberales no vamos a hacer nada, querido. Vamos a ver, desde nuestros deptos de Recoleta y con un vaso de whisky en la mano, como la negrada enviada por Duhalde los hace escapar en helicóptero. Y después, veremos, al igual que en los territorios liberados de las garras alemanas en el 45 estigmatizaban a los pro-nazi, cómo la gente apunta con el dedo a los fachitos K como vos, o directamente los caga a trompadas, como al diputado el otro día. Juntala ahora que podes, porque en unos años, como mucho, tendrás el recto inflamado de manera permanente.
ReplyDeleteCuando hoy escuché esta nueva medida del régimen, se me vinieron a la cabeza estas mismas palabras que vos DF escribiste tan bien.
ReplyDeleteMutuas condolencias.
Gus VF
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ReplyDeleteSe me hace difícil redactar en el cuadradito de bloguer.
ReplyDeletePara cualquier malparido que pretenda confundir mis palabras (Porque ya habían sacado el comentario al que le contesta Massa, en el que -una vez más- un adepto al fascismo nos debió de tratar de fascistas, supongo.):
De ninguna manera estoy proponiendo una salida violenta. Por el contrario: estoy diciendo que hay que evitarla.
Las salidas violentas ocurren cuando se cierran los caminos políticos, desde el Estado y/o desde las instituciones que les dan su cauce –partidos políticos. Eso es lo que estoy diciendo.
Ocupar el gobierno democráticamente y tornarlo totalitario: eso es fascismo. Nadie en este blog está proponiendo eso, sino por el contrario, que se traspase de un gobierno a otro y se gobierne democráticamente.
Sáquense el espejo que tienen delante los que pretenden opinar de nosotros, que lo que ven es su propia imagen y de lo que hablan es de ustedes mismos.
Una de las paradojas más grandes de los tiempos que corren es que los fascistas acusan de fascistas a otras personas que no los son.
DF, la mala fe es una de las características distintivas de esta gente.
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ReplyDeleteHace un rato estube leyendo unas frases del poeta Ezra Pound,
ReplyDeletecreo que ésta viene al caso:
"Todas las cosas fluyen, decía el sabio Heráclito; pero la vulgaridad barata nos ha de sobrevivir."
Don,
ReplyDeleterecién me metí en el TL de Ella.
Cada tweet delirante y mentiroso que escribe tiene:
-Uno (sí: 1) que le contesta para putearla
-Más de 50 (número que pone Tw, asumo que será enorme) que le retwittean
-Dependiendo del tweet, entre 20 y más de 50 que se lo favean.
Ahí tenemos la proporción.
Somos 4 gatos locos.
Ojalá podamos, como dice Massa, verlo desde el piso en Recoleta, whisky en mano.
Pero yo lo que creo es que nosotros también la vamos a pasar muy, pero muy mal...