Bueno, no "EL" error, pero uno bastante irritante.
Ellos están convencidos de que los liberales estamos "con los empresarios mafiosos", o sea, que defendemos a los Franco Macris, o Eskenazys de este mundo. Nada más alejado de la realidad!
Un liberal sabe que el ser humano es falible, y que los empresarios son seres humanos. El empresario
siempre intentará crear condiciones más ventajosas para desarrollar su
negocio, e intentará mantener su condición ventajosa adquirida. Y aunque hay muchos que sólo usarían métodos legales, convengamos en que también hay muchos que usarían cualquier método con tal de ganar y/o conservar lo que ganaron.
Casualmente, los que defienden "empresarios" (generalmente de este último tipo) son los de izquierda. Lo sabemos de memoria: bajo la excusa del "proteger a la industria nacional", los socialistas/fachistas/kirchneristas (perdonen las redundancias) bancan los negociados que hacen unos pocos "empresarios", como los de Tierra del Fuego, en detrimento del resto de los argentinos (por supuesto que los funcionarios algo muerden en todo esto).
Lo que los liberales defendemos no es a ningún empresario en particular, sino al mercado. Cuanto más perfecto, mejor. En un mercado perfecto, las empresas no pueden ganar, ni proteger su "quintita" de manera ilegal. Sea quien sea el empresario en cuestión, si no es competitivo en lo que produce, será reemplazado por otro que sí lo sea.
Esto es tan obvio que parece escrito por el original Perogrullo, pero hay que repetirlo porque si no, ganan por cansancio. Que no nos cansen.
Es nuestra misión Massa, como el prócer LC.
ReplyDeletePerogrullo, Massa, Perogrullo.
ReplyDeleteCorregido, Enmascarado. Lo sabia, pero nuestro amigo Pero me confundio.
ReplyDeleteEstoy casi totalmente de acuerdo Massa, sólo una aclaración, y creo que vamos a coincidir finalmente.
ReplyDeleteEl mercado es mercado porque no es perfecto. Explico.
El mercado se genera cuando existen desajustes entre alguien que quiere "deshacerse" de algo y otro que "necesita" ese algo. El MERCADO existe cuando existe UN DESAJUSTE DE VALORES SUBJETIVOS ENTRE INDIVIDUOS. En el libre juego de voluntades, uno ofrece lo que le "sobra" y cree que puede tener valor para alguien y ese "alguien" para quien eso que le "sobra" al otro es valioso y está dispuesto a pagar un precio por él. Acuerdan ese precio y ambos ganan con la transacción.
Muchas veces, existe un intermediario entre ambas partes, alguien que detecta la necesidad de uno de deshacerse de algo que le "molesta" y otro que lo "necesita", prestándoles un servicio por el que también recibe un valor. Es el verdadero EMPRESARIO o comerciante.
No hay algo así como una competencia perfecta, sino que el mercado consiste, justamente, en resolver esos desajustes microeconómicos que se producen entre la oferta y la demanda.
Cuando interviene el estado, como es el caso del régimen en el cual vivimos los argentinos desde hace 80 años, casi sin interrupción, lo que se crea es un PRIVILEGIO hacia ciertos integrantes de la OLIGARQUïA, en PERJUICIO de la MAYORÍA que paga un SOBREPRECIO debido a ese privilegio otorgado a la elite privilegiada.
El PROTECCIONISMO es un remedo del régimen feudal. Es colectivismo oligárquico vestido de nacionalismo y otras falsas banderas engañosas a costa de la mayoría que, fungiendo de siervos de la gleba, alimenta a los PARÁSITOS que detentan los favores de la oligarquía que se hace del poder del estado y que no cumplen ninguna función social valiosa. El colectivismo está al servicio de esos parásitos.
La "perfección del mercado" de que vos estás hablando, voy a entenderla como que es la que consiste en que el estado no intervenga -para nada- en la economía tal como lo hace, destruyendo instituciones, esto es, comportamientos libres y voluntarios -y por ello pacíficos-consuetudinarios, complementarios, entre seres libres y sin privilegios, iguales ante la ley igualitaria.
Las leyes no igualitarias no son leyes objetivas, sólo establecen privilegios y cercenan derechos individuales.
Lo único que mantiene honestos a los empresarios es la competencia.
ReplyDeleteLo que logró el mercado con el advenimiento de la modernidad, esto es, con la vigencia de los derechos individuales -no hay otros- y la igualdad ante la ley, es que las diferencias de riqueza se debieran al mérito, esto es, al servicio (en mutuo beneficio) que algunos prestaban con mayor eficacia y eficiencia a sus semejantes y no al saqueo y la servidumbre, como era -y lamentablemebte es- la práctica usual de las oligarquías en la economía de suma O, base del feudalismo y el neofeudalismo socialista, estatista o colectivista.
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