De entrada arranca diciendo pavadas ya que NO murió ningún british el día del desembarco porque los buzos tácticos de la Armada tenían estrictas órdenes de no matar a nadie. Tampoco dice que el único muerto y los dos heridos de ese día fueron Giachino, otro oficial y un cabo enfermero.
Dejé de leerlo en cuanto ví ese "pequeño error u olvido". Mi opinión es que Haig intentó en todo momento evitar la guerra antes de que la Flota inglesa llegará a combatir. Y esto era totalmente sensato porque esa guerra no servía a EE.UU. en un sentido estratégico ya que la idea de la política de Haig era lograr que tropas argentinas participaran contra la guerrilla de El Salvador apoyando al Gobierno salvadoreño y una guerra frustraría esa intención.
Haig tenía ambiciones presidenciales y cualquier candidato a presidente de EE.UU. sabe que Gran Bretaña, sea cual sea su gobierno, es EL aliado fundamental.
Enmascarado, antes de lo de El Salvador, Argentina estaba culo y calzon con los americanos.
Desde el 79 al 82 muchos asesores militares argentinos, en union con fuerzas especiales yanquis y la CIA, fueron a bases en Honduras y Panama para entrenar y unificar a los contras nicaraguenses, con mucho exito.
Tambien se mandaron toneladas de material argentino (FAL, municiones, armas cortas, lanzacohetes, etc) todo pagado por los americanos.
Haig sabia de la importancia de esta cooperacion y no queria arruinarla por eso lucho hasta el ultimo minuto en conseguir un acuerdo que el boludo egocentrico de Galtieri rechazo.
Despues de la guerra los militares redujeron al minimo la presencia en Centro America, lo que fue un dolor de cabeza para el cobierno Reagan.
Con Alfonsin, que por ideologia estaba del lado de los sandinistas, jugo a dos puntas y aunque no incremento el personal si dejo que se siguiera mandando material a los contras.
Beto, coincido con lo que señalas. Esa ayuda argentina la había gestionado Haig cuando era Chief Of Joint Staff y la continuó como Secretario de Estado. Había oficiales argentinos operando clandestinamente en Centroamérica (uno de ellos era un hermano de Aldo Rico quien fue capturado por el Frente Farabundo Martí y lo hicieron bosta), pero no creo que Haig ni la Killpatrick, aún tratando de evitar la guerra, pensasen en traicionar a Gran Bretaña.
Es fácil de solucionar lo del carnaval "nacionalero", no leas diarios ni veas televisión de aire ni escuches radio. Te quedas en casa haciendo lo que te guste hacer y listo. Ojo, tampoco leas diarios británicos porque allá también hay carnaval dirigido por Cameron, pero la gente no le da tanta pelota, con la excepción de los que perdieron algún familiar o los veteranos que quedaron mutilados. Lo de la idiotez ya es más complicado de curar.
Yo el 24 de Marzo me fui a Chile para no escuchar a los zurdos y su perorata llorona, lamentablemente hoy no pude viajar y me tengo que fumar a los fachos y su perorata revanchista.
De entrada arranca diciendo pavadas ya que NO murió ningún british el día del desembarco porque los buzos tácticos de la Armada tenían estrictas órdenes de no matar a nadie. Tampoco dice que el único muerto y los dos heridos de ese día fueron Giachino, otro oficial y un cabo enfermero.
ReplyDeleteDejé de leerlo en cuanto ví ese "pequeño error u olvido". Mi opinión es que Haig intentó en todo momento evitar la guerra antes de que la Flota inglesa llegará a combatir. Y esto era totalmente sensato porque esa guerra no servía a EE.UU. en un sentido estratégico ya que la idea de la política de Haig era lograr que tropas argentinas participaran contra la guerrilla de El Salvador apoyando al Gobierno salvadoreño y una guerra frustraría esa intención.
Haig tenía ambiciones presidenciales y cualquier candidato a presidente de EE.UU. sabe que Gran Bretaña, sea cual sea su gobierno, es EL aliado fundamental.
leer:...llegara..., en lugar de llegará.
ReplyDeleteEnmascarado, antes de lo de El Salvador, Argentina estaba culo y calzon con los americanos.
ReplyDeleteDesde el 79 al 82 muchos asesores militares argentinos, en union con fuerzas especiales yanquis y la CIA, fueron a bases en Honduras y Panama para entrenar y unificar a los contras nicaraguenses, con mucho exito.
Tambien se mandaron toneladas de material argentino (FAL, municiones, armas cortas, lanzacohetes, etc) todo pagado por los americanos.
Haig sabia de la importancia de esta cooperacion y no queria arruinarla por eso lucho hasta el ultimo minuto en conseguir un acuerdo que el boludo egocentrico de Galtieri rechazo.
Despues de la guerra los militares redujeron al minimo la presencia en Centro America, lo que fue un dolor de cabeza para el cobierno Reagan.
Con Alfonsin, que por ideologia estaba del lado de los sandinistas, jugo a dos puntas y aunque no incremento el personal si dejo que se siguiera mandando material a los contras.
Beto, coincido con lo que señalas. Esa ayuda argentina la había gestionado Haig cuando era Chief Of Joint Staff y la continuó como Secretario de Estado. Había oficiales argentinos operando clandestinamente en Centroamérica (uno de ellos era un hermano de Aldo Rico quien fue capturado por el Frente Farabundo Martí y lo hicieron bosta), pero no creo que Haig ni la Killpatrick, aún tratando de evitar la guerra, pensasen en traicionar a Gran Bretaña.
DeleteEn pocas horas empieza el carnaval nacionalero, que mala sangre me va a agarrar, y eso que vivo haciéndome mala sangre. Idiotas, pueblo de idiotas.
ReplyDeleteEs fácil de solucionar lo del carnaval "nacionalero", no leas diarios ni veas televisión de aire ni escuches radio. Te quedas en casa haciendo lo que te guste hacer y listo. Ojo, tampoco leas diarios británicos porque allá también hay carnaval dirigido por Cameron, pero la gente no le da tanta pelota, con la excepción de los que perdieron algún familiar o los veteranos que quedaron mutilados.
DeleteLo de la idiotez ya es más complicado de curar.
Yo el 24 de Marzo me fui a Chile para no escuchar a los zurdos y su perorata llorona, lamentablemente hoy no pude viajar y me tengo que fumar a los fachos y su perorata revanchista.
ReplyDeleteHay muchos que están en ambos lados, Martín. No se pierden una.
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