Peronismo faraónico.

Venimos de un fin de semana largo, con su cuota de religiosos excesos. Seguro que algunos de ustedes no fueron hoy a trabajar. Para que se les pase la culpa puritana que no tienen, le inventen alguna excusa a su empleador o a ustedes mismos y aprendan algo de historia, mientras se les pasa cualquier dolencia gastrointestinal que supieron conseguir:

Antiguo Egipto: Ausentismo laboral y violencia de género.

Los trabajadores de las pirámides, también tenían que justificar sus ausencias del lugar de trabajo.

Algunas de las causas justificadas eran:

- Embalsamar a un ser querido

- Haber sufrido la picadura de un escorpión

- Fabricar cerveza para una celebración

- Embriaguez

- Haber recibido una paliza de su mujer tras una discusión conyugal.

Quizá lo más sorprendente de las condiciones de trabajo de los egipcios es que aquellos tenían más días de vacaciones de los que disfrutamos en la actualidad. 

Eran días no laborables aquellos que coincidían con la coronación o el fallecimiento de un faraón, los cumpleaños de los soberanos, las celebraciones de tipo religioso, las crecidas del río “Nilo”, los “epagómenos” (cinco días añadidos al ciclo de 360 jornadas para completar el año solar de 365 días).

Por otra parte, hay constancia de que, durante la época de Ramsés III, según reza un papiro que se conserva en el Museo Egipcio de Turín, tuvo lugar una huelga. La causa de esta huelga fue un retraso en las dietas que formaban parte del sueldo de los obreros.