Entramos, hace mucho tiempo, y estamos profundizando en la etapa de la perversión de la ley. La ley es lo que el déspota de turno sanciona como tal. Olvídense de La Constitución y todos los Códigos. Y de la milenaria tradición occidental, la moral y la mar en coche. Es sencillo: ¿qué se nos antoja? eso es la ley. Decrétese.
La democracia formal, el Congreso, todo eso es una tapadera, un resabio burocrático de la posguerra. Hemos vuelto al Antiguo Régimen. Se elije "monarca" se lo llama "presidente" (O presidenta, ya que de perversión hablamos.). Nunca en la Argentina contemporánea se estuvo lejos de allí, por cierto. Una dictadura plesbicitada, una democracia fascistoide. Todo lo fascista que el fracaso mundial de los fascismos en 1945 y medio siglo de hegemonía democrática, impuesta por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, permiten.
La leyes "de género" y la que tratan las libertades individuales como un derecho otorgado graciosamente por el gobernante, que van camino de imponer la desigualdad ante la ley, reflejan esa degeneración. Se está a un paso de las "leyes de minorías", que ese paso se de, o no, no alarga la distancia. Es la aniquilación del individuo en tanto poseedor de derechos naturales, del ciudadano. De ahora en más seremos todos iguales en la desigualdad.
Y el siervo de a pie del Estado -el ex-ciudadano- pide eso, apoya eso, festeja y se regodea en eso, considerándolo un triunfo personal, o no le importa eso -en el mejor de los casos. Es la omnipotencia del imaginario potenciada: Al deseo despótico de la casta dirigente se le conjunta el deseo infantil de la masa.
No hay con qué darle. Esto es lo que la gente quiere y apoya. Alguien que le cumpla el deseo, este deseo, un país así.
El resto, somos leyenda.
Muy bueno, DF. Debajo de tu comentario original dejé éste que me permito repetir acá:
ReplyDeleteA veces me pregunto ¿los argentinos son infantiles socialmente, pudiéndole achacar sus deleznables costumbres a un primitivo estadio de evolución, o es que se trata de un desarrollo patológico de infinita perversidad social?
Revisando nuestra historia, me inclino abiertamente por lo segundo. Un pasaje de “El informe de Brodie” de JLB me viene siempre a la memoria:
“(…) los Yahoos, pese a su barbarie, no son una nación primitiva sino degenerada. Confirman esta conjetura las inscripciones que he descubierto en la cumbre de la meseta y cuyos caracteres, que se asemejan a las runas que nuestros mayores grababan, ya no se dejan descifrar por la tribu. Es como si ésta hubiera olvidado el lenguaje escrito y sólo le
quedara el oral.”
Gus VF
Es cierto, Gus. De algún modo es una regresión a la oralidad, un abandono de lo escrito. Barbarie de gauchos.
DeleteMientras los argentos puedan seguir viviendo por encima de sus posibilidades, hay kirchnerismo para rato. Con o sin los Kirchner.
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