May 2, 2012

Para los argentinos, el comercio es un juego donde uno pierde y otro gana

Tal vez sea por su naturaleza de engañadores (el famoso pelito para la vieja), no pueden entender un comercio donde ganan los dos. No pueden entenderlo.

Todavía discuten que los españoles cambiaban el oro por espejitos de colores a los aborígenes, sin darse cuenta de que los espejitos de colores eran tan valiosos para los aborígenes como el oro para los españoles. No se dan cuenta o no quieren darse cuenta porque sino deben admitir que con el oro en Europa se compraban más bienes valiosos que con los espejitos de colores en América, que ésa era la real diferencia, el desarrollo de las dos culturas.

Hay otros ejemplos que demuestran que los argentinos no entienden el comercio y su valor. Camping al margen de un lago del sur, argentinos se quejan por la diferencia de precio entre la despensa del camping y el supermercado de la ciudad. Sí, flaco, si querés el precio de la ciudad agarrá el auto y andá a comprar allá, si querés tener el agua mineral al lado del lago, pagá lo que vale.

Pero razonar esto con argentinos es inútil, no importa el nivel de educación, siempre la solución es que el estado intervenga.

Blas

(Viene de acá)

4 comments:

  1. En una nota del año pasado el Cacha decia:

    "Una de las primeras cosas que se enseña en economía es que los recursos son escasos y las necesidades ilimitadas. Puesto en palabras de mi abuelita: “en la vida todo no se puede”, hay que optar entre una cosa u otra. Como el ingreso es limitado, la gente tiene que decidir qué compra y qué deja de comprar.

    El gran debate de la economía es cómo asignar eficientemente los recursos, entendiendo por eficiencia que los escasos recursos productivos (capital y trabajo) sean destinados a satisfacer la mayor cantidad posible de necesidades más urgentes de la gente. Para eso existe el sistema de precios, sistema que los detractores de la economía de mercado suelen señalar como competencia salvaje, o que la competencia perfecta no existe, etc.

    En rigor el sistema de precios tiene un origen previo que es el valor. La teoría del valor correcta dice dos cosas: a) que el valor es subjetivo y b) que las cosas tienen valor para determinada persona en determinada circunstancia. Decir que el valor es subjetivo implica que cada persona valorará diferente un determinado bien. Y afirmar que las cosas tienen valor para determinada persona en determinada circunstancia implica decir que cada persona valorará diferente cada bien o servicio y, además, lo valorará de forma diferente dependiendo de la situación en que se encuentre. Ejemplo, un vaso de agua tiene mucho valor para una persona en el medio del desierto. En cambio, esa misma persona valorará poco un vaso de agua si está cómodamente instalada en su casa pudiendo acceder al vaso de agua solo caminando hasta la canilla. El primer problema que se presenta para asignar los escasos recursos es que hay millones de consumidores todos con valoraciones diferentes respecto a cada bien.

    Pero al mismo tiempo, cada persona va cambiando el valor que le otorga a cada bien. Ejemplo, si estoy con hambre, a la primera porción de pizza le doy mucho valor, a la segunda menos, a la tercera mucho menos y a la cuarta ya no le otorgo valor. Otro ejemplo, para un matrimonio recién casado puede tener mucho valor alcanzar su primera vivienda propia. Una vez que logran comprarla, la vivienda propia pasa a otro puesto de la escala de valores de la pareja y, tal vez, pase a primer lugar comprarse un auto.

    De lo anterior se concluye que hay millones de consumidores, que cada consumidor valora los bienes y servicios de diferente manera y, además, que cada consumidor va cambiando el valor que le otorga a los bienes.

    ¿Cómo se consigue asignar eficientemente los recursos productivos si la información sobre qué quiere la gente está tan dispersa y encima es cambiante? Con el sistema de precios. Los precios expresan las valoraciones de las personas. Cuánto están dispuestas a pagar por determinado bien. La gente hace un intercambio cuando el dinero que entrega por un determinado bien lo valora menos que el bien que recibe. Si valorara más el dinero que el bien no haría el intercambio. Y si le otorgara el mismo valor al dinero y al bien estaría en un punto de indiferencia.

    Por eso, causa gracia cuando los detractores del mercado hablan de éste como si fuera una fuerza oculta manejada por oligopolios internacionales al servicio del capitalismo internacional."

    vale la pena leer la nota completa aca:
    http://economiaparatodos.com.ar/ver_nota.php?nota=3050

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  2. Acerca de la presente me remito a mi mismo:

    http://articulos-interesantes.blogspot.com.ar/2012/05/el-justiprecio-de-dios.html

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  3. ot
    http://www.contexto24.com/index.php/es/mundo/item/4812-traidor-y-cobarde-la-supuesta-carta-que-le-envio-la-exesposa-a-hugo-chavez.html

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