Yo la vez pasada lo comparaba con la experiencia de ver a un pariente lejano alcohólico encarar para el auto y que a nadie se le mueva un pelo para darte una mano cuanto intentas sacarle las llaves.
La versión de Pedro Guernica:
Es como ser espectador en un circo donde uno ve que en el espectáculo hay unos asesinos armados con grandes cuchillos, que se dirigen al publico y van atacando a algunos espectadores, pero que tarde o temprano llegarán a uno. Y encima, ver que muchos de los presentes, están aplaudiendo a los asesinos, obviando que pueden ser las próximas victimas.
Me encantaría algún período de mi vida pasarlo en un país normal, cómo será?
ReplyDeleteLevantarse diariamente y saber que no hay que escuchar ningún sermón diario por condena nacional.
Empezar el día y ni siquiera pensar que cambiarán otra vez las reglas, como siempre, como cada minuto.
No estar pensando si cobrarás o no a fin de mes, si las cosas costarán tanto en una semana que serán inalcanzables.
Miles de cosas grandes y pequeñas que ni siquiera imaginamos por estar metidos en un berenjenal delirante y caleidoscópico de locura, muerte y delirios.
A mi me gustaría vivir sin el peso de estar entre un rebaño de mediocres, brutos, guapos de cartón, incultos, que se atiborran de Tinelli y cumbia. Incapaces de convivir sin gritos, insultos e histeria, y resolver sus conflictos de otra manera que no sea a las patadas, los cintazos y los chuchillazos. A grosso modo, primero tiene que cambiar la sociedad, en vez de ser un gallinero, donde todos tratan de vivir encima del otro y cagarlo, tenemos que aprender a ser individuos.
DeleteAmén.
DeleteDepre, a mi me encantaría lo mismo, pero es como "el sueño del pibe", un sueño, nada más, como el de Segismundo, en su monologo:
Delete"Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
... los sueños, sueños son".
Creo que esto es un fiel reflejo del "modelo": http://www.lanacion.com.ar/1481273-sin-ferrocarriles-y-sin-rutas
ReplyDeleteAndrés