El autor habla de EE.UU. En Argentina era más o menos lo mismo, con el agravante de que debido al atraso tecnológico nacional y popular estos avances demoraban algunos lustros en llegar.
Mi abuela solía contar que en la segunda mitad de la década del 30, cuando mi viejo tenía unos meses, le dio una fiebre impresionante que no le bajaba con nada. El médico les dijo que debía estar lo más fresco posible. Así que, en pleno verano, lo pusieron en su cuna en el medio la habitación más fresca de la casa, con dos ventiladores funcionando todo el día, barras de hielo (que le compraban al que las vendía para las heladeras) en unas palanganas y sábanas mojadas colgadas de sogas de la ropa.
Te la regalo.
Siempre me acuerdo cuando me contaba mi viejo que en los 40s se venía desde Pilar a laburar al centro con saco, corbata y sombrero y en la oficina había unos ventiladores de techo
ReplyDelete