El primero fue todos contra todos, ahora son los “uno a uno” entre los jefes de partido. Anoche era el de Pauline Marois, del PQ, y François Legault, de la CAQ.
Legault la hizo recular con el tema del referendo para la independencia de Québec. De todos modos, me temo que no cambiará el resultado de la elección.
Impresiona mucho escuchar a políticos con ideas y propuestas al más rancio estilo latinoamericano en una sociedad como la quebeca. Me hubiera gustado que se lo diga de frente:
Señora Marois, usted apela a la demagogia nacionalista berreta para rascar algunos votos de más. Es de una irresponsabilidad muy grande.
Ese chico va a quedar con una fijación senil en su niñez.
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