Aug 27, 2012

En fin, para qué hacerse mala sangre

Hay que reconocer que la Argentina actual, y la que viene, se parece muchísimo más a la que existe de toda la vida en la cabeza del 80-90% de los argentinos que la que prescribía la Constitución de 1853-60, aún en su forma diluida después de la reforma de 1994.

En ese sentido, la mejora de los términos de intercambio a partir de fines de 2002 no hizo otra cosa que dar a Kirchner y la viuda la oportunidad de poner en práctica el consenso de mínima existente en el país: populismo clientelista en lo político y corporativismo prebendario en lo económico.

Que sea con felicidad.

6 comments:

  1. Pregunta del millón (Y en esta caso pronúnciese "millón" y no "miyón".):

    De estar en el poder al momento, en esa fecha, Menem ¿no hubiera hecho lo mismo?

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    1. Don Freeman, no tengas ni la más mínima duda. Es peronista.

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    2. Y otra pregunta (esta vez de los seiscientos y pico de millones de Santa Cruz que se fueron a pasear afuera)

      Si Kirchner hubiera estado en el lugar de Menem en el 89 ¿no hubiera hecho lo mismo que hizo aquel?

      La solución: al final del día.

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    3. Bueno, el tuerto era un ferviente chupamedias del Carlo en esa época...

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