Se termina la plata para repartir:
El modelo siempre se basó en impulsar el consumo sin considerar la inversión como paso previo a los aumentos de salarios y el mayor consumo posterior. No siguió la secuencia lógica de cualquier manual de economía, sino que lanzó una política de consumo artificial basada en distorsión de precios relativos que ya no puede mantener (tipo de cambio y tarifas de los servicios públicos), más gasto estatal que hoy genera déficit y necesidad de financiarlo con emisión monetaria y consumo de stock de capital (ahorros en las AFJP, sistema energético, infraestructura, stock ganadero, etc.).
Hoy, el Gobierno se encuentra con que el famoso modelo ya no tiene como en el pasado flujos de ingresos para gastar y stock para dilapidar. Los stocks que quedan para confiscarse y continuar impulsando el consumo son muy pocos y los que quedan son riesgosos de meterse con ellos. Por otro lado, los flujos que generaban la santa soja, más el mundo que crecía a tasas que eran el doble de las actuales ya no están, por lo tanto se quedaron sin recursos para financiar el consumo artificial.
Casi que se contradice un poco con esto, ¿verdad, Louis? http://articulos-interesantes.blogspot.com.ar/2012/08/buenas-noticias_26.html
ReplyDeleteHay que tener fe.
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