Deberían reformar la constitución nacional para designar presidenta vitalicia a la viuda de Kirchner (después de su paso a mejor vida, el cargo lo hereda automáticamente la persona que haya elegido a dedo antes de su último aliento), con la suma del poder público en situación de emergencia permanente.
Imagínense todo el clientelismo que se podría hacer con la plata que se ahorrarían al no tener que organizar campañas políticas y elecciones cada tantos años.
Negocio redondo.
La Constitución es ese papelito que se puede enmerdar según la propia conveniencia del momento.
ReplyDeleteLas campañas también son una forma de clientelismo, el único problema para la mafia de turno en el poder es que la gente puede llegar a elegir a otro sometedor en lugar de a ellos. Igualmente en esta última década hemos avanzado muchísimo en la ruta al absolutismo, ya quedan pocos escollos en el camino.
ReplyDeleteLa época dorada a revivir es la de Juan Manuel de Rosas, ese paraíso que algunos antipatria se empeñaron en enterrar para siempre. Menos mal que la tarea de deconstrucción de ese sistema cipayo y foráneo -nos llevó casi un siglo- está cerca de concluir. La constitución de 1853 está herida de muerte.
Repitan comigo: MUERAN LOS SALVAJES UNITARIOS! VIVA LA SANTA FEDERACIÓN!
Dura lo que la caja para financiarlo.
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