Pero mi señora madre se mandó un locro espectacular, dadas las circunstancias, que ya fue consumido a cuatro manos y congelado para épocas de vacas flacas.
Con lo de las circunstancias me refiero a las limitaciones en la disponibilidad de los ingredientes y no a la preparación. Por favor, faltaba más, que me baja los dientes de un trompicón.
El locro quebeco se suma a una seguidilla de platos exitosos, que incluye el guiso de lentejas y la humita.
Próximo menú: milanesas.
Ya compré la carne y el pan rallado. Después les cuento.
No le armaste un cuartito en el fondo a tu vieja? No pidió asilo?
ReplyDeleteEstamos en eso.
DeleteLouis, si su mamá se quiere volver y queda libre el cuartito, avise!!
DeleteVIR
En la carne, más que la calidad y el precio, que cuenta muchísimo, está el tema de los cortes.
ReplyDeleteFelicitaciones Louis!
ReplyDeleteX acá si seguimos así vamos a tener que ir a comer locro a Canadá.
Gracias, Alec, aprovechen mientras se pueda.
DeleteLouis:
ReplyDeleteConseguite una de esas ONG al pedo que se dedican a cualquier causa pedorra, del tercer mundo, sin saber mucho, porque queda bien, y crea la Casa Canadiense de Apoyo al Refugiado Argentino "CACA-APORREAR".
Nos organizas la salida, visa, residencia, hogar, trabajo y demás en Canadá.
Lo vamo' a necesitar, lo vamo'.
Y subsidio, Don F. que no se olvide del subsidio. Trabajar ! Habráse visto !
DeleteMe olvidaba, si la denomina CACA - A PORREAR, va a tener muuucho más éxito.
DeleteBuena idea, es una pena que por ahora esté congelad todo lo que tenga que ver con la inmigración.
DeletePrometemos hablar en francés, como Victoria Ocampo... o como Bruno Giordano.
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