El Ejército de lúmpenes del que alguna vez hablé (innecesarias ya las Fuerzas legales convencionales o los ejércitos terroristas para acceder al poder) ya está aquí con nosotros, en acción. Y no vimos nada todavía, me temo. Estas son apenas algunas maniobras de ensayo sobre terreno conocido como lo son los muy vulnerables supermercados. Pero van por más, ya lo sabemos. Mucha gente de clase media laburante, con la camiseta KK puesta o la del 8N (lo mismo da) que suelen tener un sentimiento de condescendencia o justificación y hasta de piedad para con los zombie-lleros™ (magistral Andy!) no tienen idea de lo que éstos los ODIAN por tener lo que tienen, en su tribal concepción de la riqueza. Que no difiere demasiado de la que tienen ellos mismos, apenas un poco más sofisticados ‘intelectualmente’. No sé si esa clase media tiene conciencia de que todos sus bienes y sus vidas están dependiendo de un volátil número que es la cotización de la soja, que si así siguen las cosas, sólo podrá ser reemplazable algún día con el número que pueda imponer el narcotráfico.
Gus VF
Thanks, Louis. Habría que pensar si Argentolandia en realidad sigue siendo un país mayoritariamente burgués en el sentido clásico del término, aquello de la liberté, egalité, fraternité, lo del desvelo por el esfuerzo, el estudio y el trabajo como mérito para la movilidad social, la preocupación por la vigencia de un estado de derecho y de la división de poderes, la defensa de la propiedad privada y de las libertades económicas, hasta incluso aquello que caracteriza a esa clase social en los gustos estéticos, todas cosas que a estas alturas me parecen que ya no significan nada para una inmensa mayoría de los argentos. Aspiran a acomodarse para tener guita como sea y a pasarla bien, pero eso no debería determinar su pertenencia a un estamento burgués. Son otra cosa, creo yo, bastante más patética.
ReplyDeleteEs cierto, Gus. De todos modos, fue una sociedad históricamente burguesa.
DeleteSí! La más burguesa de toda Latinoamérica, y todavía creo que sigue existiendo algo así como un archipiélago de gente repartida y con poca conexión entre sí (a la que el régimen se empeña en disgregar definitivamente) que sigue manteniendo como puede esos valores. Muchísimos de los que participaron de los cacerolazos son un testimonio de que existen, por lo menos en ideas o aspiraciones, se vio en las consignas de los carteles.
DeleteEs un desperdicio enorme. Bah, en gran parte un suicidio.
DeleteGracias por la magistralidad del "zombie-lleros", pero en realidad lo leí en alguna parte... foro de LNOL, , BlogBis, acá mismo... gracias.
ReplyDeleteBueno... muy honorable de tu parte, Andy, igual gracias por traerlo acá!
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