Jan 9, 2013
No me entra en la cabeza
Que en la Argentina 2012, después de 30 años de democracia, se vuelva a debatir si un artista/periodista tiene derecho a interrogar/criticar al gobierno de turno o si queda francés que lo haga.
¿Dónde quedó el aguerrido periodismo independiente de los 90, que hacía un culto del desafío permanente a las autoridades de turno y que desayunaba con funcionarios menemistas crudos?
En esos años había tres o cuatro programas de política y dos de investigación con cámaras ocultas por semana en televisión abierta. No me acuerdo de la cantidad por cable.
Los programas cómicos demostraban la más absoluta irreverencia hacia el gobierno, desde el presidente para abajo, como debe ser, como corresponde en una democracia republicana.
No quiero exagerar, pero creo que no pasaba un mes sin que saliera al mercado un nuevo libro de investigación sobre los chanchullos de algún funcionario.
No me olvido del espectáculo que ponía en escena todos los años, durante la entrega de los premios Martín Fierro, el jefe del noticiero de Canal 13. Cualquiera hubiera dicho que todavía gobernaban los milicos del "proceso" o que los canales de televisión seguían siendo estatales.
¿Qué pasó desde el golpe a De la Rúa de diciembre de 2001 y, muy especialmente, desde el aterrizaje de Kirchner en el poder?
¿Dónde está, justo cuando la Patria más lo necesita, el glorioso periodismo combativo, custodio de las instituciones de la República, que no iba a dejar pasar una instancia de corrupción y que se desgañitaba denunciando el genocidio económico de las políticas neoliberales de Menem?
¿Dónde está la indignación de los artistas, que no dejaban pasar una oportunidad para despotricar públicamente contra el gobierno?
¿Puede una corporación periodística/artística con esta vocación y con estos valores convertirse, en dos o tres años, en cómplice gustoso de un proyecto totalitario?
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Louis: Los periodistas de los '90 eran militantes (izquierdosos), todos ellos, y los que no, idiotas útiles. Todos querían lo que ocurre ahora. Destrucción del liberalismo y todo lo que ello representa, libertad, bla, bla, bla. SOCIALISMO PARA TODOS Y TODAS.
ReplyDeleteEste es el totalitarismo que periodistas y artistas y trabajadores de la cultura siempre quisieron, el que les da lugar protagónico y les llena los bolsillos. A cambio, los hace serviles bufones, lo que siempre quisieron ser.
ReplyDeleteLos veo muy mal en la foto.
ReplyDeleteQué buen texto Louis.
ReplyDeleteNotita de color: ayer un periodista de América 2 dijo al aire el domicilio particular de Ricardo Darín. Hay que ser extremadamente mal parido para hacer una cosa así, en un país como éste, en un tiempo como el actual. En twitter le pegaron hasta debajo de las muelas, con disclosing del domicilio particular del miserable este inclusive, como para que tenga una probadita de su propia medicina.
Pero no se puede vivir así, de a golpes y contragolpes.
JL, la sensación cada vez más fuerte es que en Argentina no se salva nadie y que hay muy poco de rescatable. Es tremendo porque no sé con quién merda van a reconstruir el país. Tendrán que importar uruguayos.
DeleteComo Victor Hugo Morales?
Delete¿Dónde está?: En los bolsillos y en la imaginación de los reclamados.
ReplyDeleteEl ambiente en este país es irrespirable, no porque estemos en verano.
ReplyDeleteCreo que Darín, como así también Campanella, en su momento le dieron un voto de confianza a esta gente. Por suerte fueron lo suficientemente pensantes e inteligentes como para revertir esta situación. Pero por sobre todo, ni Darín, quien se luce por su propia profesionalidad ,(te puede gustar o no) no necesita ser actorcito cipayo para que lo banquen en producciones pedorras. Muchísimo menos Juan José Campanella, que también tiene trabajo en USA (Dr House, Law and Order, etc) y trabajo de calidad.
ReplyDeleteLo que más le reventó a la yegua es ver que gente muy popular, famosa y querida por el público se le "de vuelta".