De Ricardo Medina Macías, la infalible receta africana para lograr la miseria creciente y perpetua. ¿Les hace acordar a alguna otra región?:
1. Por regla general los países africanos padecen gobiernos profunda y extensamente intervencionistas; súmese a ello que sus burocracias no sólo son proverbialmente incompetentes y autoritarias, sino corruptas.
2. Campea en la mayor parte de África una inseguridad jurídica espantosa; los poderes judiciales distan de ser independientes y se puede esperar cualquier cosa de ellos menos la aplicación lisa y llana de la ley.
3. Dos principios más o menos generalizados en el llamado mundo occidental están ausentes en la mayor parte de África, más aún, son profundamente repudiados: A. El respeto a los derechos de propiedad y B. Los rudimentos de una democracia liberal.
4. La cereza en el pastel es la ayuda paternalista – y no pocas veces hipócrita- que recibe África de los países desarrollados y de organismos como las Naciones Unidas: Ha servido para enriquecer a gobiernos corruptos y despóticos, casi nunca promueve las iniciativas individuales, no gubernamentales, de los africanos (porque desconfía de ellas) y, además, le da el pretexto perfecto a los políticos locales – ávidos de poder y riqueza personal- para culpar de todos los males de África a los malvados de occidente; en este sentido, la mala conciencia de los filántropos paternalistas fabrica el perfecto chivo expiatorio.
Si de acceder al desarrollo se trata, la receta tampoco es un secreto.
Además muchas veces los fondos de ayuda terminan en compras de armamento para dársela a la tribu enemiga históricamente entre otras cosas.
ReplyDeleteSi bien esto es asi, me parece que no hay que generalizar: creo que hace poco lei que alguno de los paises subsahara estan mejor que nosotros,si lo encuentro lo mando.
ReplyDelete(sacando a Sudafrica desde luego)
Saludos
ramon cassino
Ghana puede ser ramon?
ReplyDeleteIvan:
ReplyDeleteSegun EL ESTADO DEL MUNDO(2006)puede ser, pero lo lei en otra parte.El 2007 esta en la librerias,te lo recomiendo
cordialmente
ramon cassino