La Ley III

Ayer puse un par de posts sobre la ley y el problema en el que ella se encuentra cuando es burlada por los sujetos cuyas conductas pretende regular, y -lo que es más grave-, por la autoridad que debe aplicarla. Blogovido aporta al debate, y junto a él, varios comentaristas. Es un tema complicado, pero impostergable. Es EL tema a debatir; antes de sentarnos a redactar nuevas normas que servirán de adorno.

Tiene razón Alex. Es un problema del sistema. No podemos endilgar al pobre agente que gana lo suficiente para comprar un tomate perita por día la culpa de este tipo de males. El es tan parte del problema como lo era yo, cuando insinuaba que al tipo le vendría bien una bebida gaseosa embotellada por una multinacional.

¿Por qué actuamos así? Porque es lo lógico que ocurra en un lugar en el cual obrar mal no tiene consecuencias. No tiene consecuencias porque la corrupción está en todas partes. Empezando por este servidor cuando ofrecía una coca, siguiendo por el agente, yendo hacia arriba al empleado de la municipalidad que debe controlarlo, y luego al funcionario al que responde el empleado, quién a su vez trabaja para la ciudadanía, que grita “que se vayan todos” mientras vota por más de lo mismo.