En serio, no se puede creer. Aquel cuento, creo que de Fontanarrosa, de los gordos que se reunían a comer en secreto ya no parece tan ciencia ficción.
Legisladores del estado de Mehicepipí quieren prohibir que los restaurantes sirvan comida a los clientes obesos.
Más allá del hecho de que ser obeso, como cualquier otra decisión que atañe a la vida privada de las personas, es una elección personal y por lo tanto exenta de la autoridad del estado, ¿me quieren decir cómo se pone en práctica en este caso?
¿Instalarán balanzas en las entradas de Applebee’s, Outback Steakhouse y Chili’s? ¿Obligarán a las personas a salir a comer con un certificado de aptitud médica en el bolsillo?
Si viviera, mi abuela seguro que terminaría en cana.
De locos.
(Visto en Barcepundit)
Empezaron con el cigarrillo, pero siempre es una excusa para que los autoritarios nos digan cómo vivir, porque ellos tienen la "posta" científica y hasta filosófica.
ReplyDeleteInsisto, ¿Por qué nunca prohíben el alcohol? Nada causa tanto daño como el alcohol, pero nunca se meten.