Xavier Sala-i-Martín sobre Obama, el Morgan Freeman negro:
En sólo tres meses, el candidato Barak Obama ha experimentado un cambio copernicano. ¿A qué se debe semejante mutación? Pues una de dos: o bien ha recibido la visita iluminadora de algún arcángel que le ha hecho ver la luz… o su estrategia para alcanzar la Casa Blanca pasa por moderar sus posiciones progresistas radicales. Yo, que no soy muy dado a creer en visitas celestiales, más bien me inclino a pensar que esa cínica y alarmante falta de principios corresponde a una estrategia claramente estudiada.
Por un lado, Obama sabe que para ganar las primarias, un candidato demócrata tiene que hacer ver que es muy de izquierdas porque en las primarias sólo votan los militantes más radicales. Para ganar las elecciones generales, sin embargo, el mismo candidato tiene que moverse hacia el centro porque los votos de la izquierda los tiene ya asegurados. Es decir, los votantes radicales que le auparon hacia la candidatura creyendo que se iría de Irak enseguida, nunca votarán a McCain por más que Obama los traicione y diga ahora que se quedará en Irak el tiempo que haga falta; conclusión: a traicionarlos. Al no poder perder votos por la izquierda, la estrategia óptima es ir lo más a la derecha posible para poder arañar los votos de los republicanos más moderados.
En otras palabras, Xavier Sala-i-Martín descubrió el Teorema de Baglini.
ReplyDeletePero cuál es el verdadero Obama? El de la interna, posiblemente. Y cuál sería el Obama presi? El de la general, se me hace.
ReplyDeleteEl verdadero Obama se parece mucho más al de la interna, a juzgar por lo que fue toda su vida. Espero que si gana su parezca más al de la elección general.
ReplyDeleteYo creo que sería 50 y 50%.
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