Mesa redonda de los rectores de la Universidad Austral, la Universidad de San Andrés, la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad Nacional de Lanús y el Eseade,
La sensación que me queda es que dan vueltas para no decir lo que todo el mundo sabe, que el sistema universitario argentino es insostenible.
Aparentemente el consenso es que el país está en deuda con “las universidades”, a pesar de que, salvo muy honrosas excepciones, se mantienen exclusivamente gracias a los impuestos de millones de contribuyentes que ni siquiera pueden soñar con realizar estudios universitarios.
Tal vez un debate más serio debería pasar por la enorme deuda de las universidades con el país. Para tener derecho a exigir mayores fondos públicos, deberían demostrar que están dispuestos a entregar un producto de calidad y dejar de ser guarderías de lujo, clubes sociales, centros de política partidaria y seguro de desempleo encubierto para decenas de miles de zánganos en todo el país.
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