Vuelvo con un tema que me resulta muy interesante:
- Los políticos son políticos, independientemente del país, sistema y sociedad en el que se desempeñen, y su tendencia natural es hacia el populismo y el corporativismo.
- Sigo insistiendo, mucho cuidado con lo que desean para Argentina. El sistema parlamentario requiere de consensos enormes para cualquier cuestión de alguna relevancia. Si bien es cierto que la búsqueda de consensos constituye una virtud en el mundo de la política, ¿en qué punto se convierte en parálisis e incapacidad de liderazgo?
Hace un par de días, el gobierno conservador de Harper anunció una serie de medidas, muy menores (simbólicas, diría yo), por la crisis financiera internacional. Entre ellas, el recorte de los fondos públicos a los partidos políticos. Estamos hablando de unos 10 millones de dólares al año para el Partido Conservador, unos 7 y monedas para el Partido Liberal, casi 5 para el NDP. El argumento del gobierno es que si los canadienses de a pie deben hacer sacrificios, es justo que también los hagan los partidos políticos.
Hoy me entero que los partidos de oposición amenazan no votar la propuesta el lunes y hacer caer al gobierno, elegido hace dos meses en elecciones generales. El grado de furia de los líderes de la oposición es sinceramente increíble, muy pocas veces visto en estas latitudes de temperamentos más fríos.
Si el gobierno conservador cae, Harper tiene dos opciones. Pedir a la Gobernadora General, representante de la Reina de Inglaterra, que disuelva el Parlamento y llame a elecciones. O pedir a la oposición, es decir al Partido Liberal y al NDP, que formen gobierno. Yo sinceramente espero que prevalezca el sentido común. Pero de caer el gobierno, espero que la responsabilidad de formar otro caiga en la oposición. Vamos a ver si son capaces de algo más, además de criticar.
Los políticos son políticos. Les tocas el bolsillo y saltan como leche hervida.
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