Y llegó nomás. Después de 5 años de kirchnerismo se instala el repudio abierto y el “yo no lo voté”.
Mario Gastaminza, hasta hace poco más de un año defensor a rabiar de la Argentina Nacional, Popular y Progresista, asegura jamás haber apoyado ni votado a “la manga de inútiles que gobierna el país".
Cuando muy amablemente le recordé algunos pasajes que solía enviar por mail, se puso hecho un basilisco:
Pienso exactamente lo mismo, eso es lo que quiero para mi país. No quiero el país de Menem, y tampoco el de Cachanosky, pero eso no significa que yo apoye a este gobierno de inútiles. Hay otras opciones.
Fundamentalistas como vos no las creen, vos pensás: "o pensás como yo o sos mi enemigo".
Y acá la corto, no tengo tiempo de debatir al pedo. Quedate vos en Canadá.
Insisto, el repudio es a los Kirchner, no a sus políticas. El consenso parece ser que fracasó su implementación, pero siguen más vigentes que nunca.
Claro, eso es lo que garantiza su repetición con otras caras.
ReplyDeletePor supuesto, no hay otra explicación para que hasta los dirigentes que dicen no ser kirchneristas estén convencidos de que el dilema de Argentina pasa por la "distribución del ingreso" En el ideal progre argentino siempre está la idea mesiánica de que llegará algún socialista honesto y de buenas intenciones, y eso sí que no fallará.
ReplyDeletelo que falla no es la receta, es el cocinero
ReplyDeletejaja