Cosecharás tu siembra...

"CONGRATULATIONS! I am pleased to inform you that you have been selected to attend XX, beginning in the 2009-2010 school year!

Your selection is based on your excellent demonstration of interest, aptitude and ability during the Second Consideration process. Approximately 195 students requested Second Consideration. Of that number, I am able to offer only thirty positions. You succeeded in capturing the attention of the staff that met with you. Their impression of you is that you have the unique skills and attitude to thrive at XX, and would be a great addition to our school."

Así dice la carta que recibí anoche del Distrito Escolar (las negritas son mías) dirigida a mi hija y a sus padres. Cómo explicarles el alivio que supuso en nuestros vapuleados ánimos de los últimos meses. Son miles los que aplican para entrar en este colegio (y en todos los colegios secundarios especializados que tiene esta ciudad y que son colegios chicos y de un nivel académico muuuuy superior al resto). De esos miles se sortean los que ocuparán el 70 % de las vacantes. El colegio, tras intensa pugna con las autoridades, selecciona entre los "desafortunados" el 30 % restante para completar el alumnado. Mi hija no tuvo la suerte de entrar por "la puerta grande y fácil". No salió en la lotería, pero pidió que la incluyeran en la Second Consideration. Estuve ahí ese día (me ahorro la maratón que significó estar ahí a tiempo) y caminaba por los pasillos del colegio, conversando con los otros padres presentes nerviosos igual que yo, ansiosos igual que yo. En las distintas aulas estaban siendo evaluados esos 195 chicos del que habla el Director en su carta, todos exponiendo sus trabajos y tratando de causar buena impresión.

El sistema era así: un grupo de profesores de las diferentes especialidades evaluaba a los alumnos, hacía un rating de los mismos y le pasaban el Director la lista para que él eligiera de forma balanceada a los alumnos del año que viene. Yo miraba a los chicos que compartían en aula con mi hija y pensaba "si estos tipos no la ponen a mi hija en primer lugar en su lista, la pobre no entra". Uno de los padres afuera me decía "es una pena, porque acá hay muchos chicos con talento y por falta de espacio van a quedar fuera". Para mis adentros pensaba "que no sea mi hija uno de ellos....".

Como leyeron en la carta, no fue uno de los niños talentosos que quedaron fuera!!!!! Y nosotros ya descorchamos el champagne para celebrar. "Tengo que tomar esto, ma?" "Mirá, probálo al menos, cuando se celebra algo se brinda con champagne!!" No le gustó, pero celebró con ganas.

Hoy la dejé en el que será su colegio el año que viene, bien tempranito a la mañana. Invertirá todo el día en "shadow" un estudiante para ver cómo funciona el colegio en el día a día. Y yo seguía manejando por las calles meditando en lo que significa todo esto que está pasando en mi vida. Se critica mucho la educación de este país, a veces con razón, siendo el Mr. President el primero en criticar. Pero lo cierto es que en este suburbio de ciudad secundaria (por no decir "de cuarta" que queda horrible y Portland no lo es) el gobierno tiene 5 escuelas secundarias especializadas que proveen educación de primerísimo nivel, sin costo adicional (más allá de los impuestos) para preparar a la siguiente generación de profesionales que sacarán este país adelante.

Ah! un detalle no menor en esta historia: mi hija sabe que entró como resultado de sus esfuerzos, no de la suerte!!!

Dolores